No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)

Capítulo 14

-¿Jack?-pregunté.

La figura desapareció en la oscuridad de mi cuarto, ya no más pisadas, la ventana no se abrió, solamente el silencio de la noche.

Suspiré, no, no podía ser, simplemente había sido un sueño, o al menos eso me hice creer en la mañana.

Era lunes, y como de costumbre, Matt fue a buscarme a casa para irnos juntos al colegio, no estábamos en el mismo, ni si quiera quedaban cerca, pero a él le gustaba ese camino que hacíamos, y no podía decirle que no, no me escucharía y como siempre haría lo que le da la gana.

-Estaba pensando en cambiarme a tu colegio.

-De todas formas eres un año mayor, no quedaríamos en el mismo salón.

-Pero podría saltarme clases para acosarte todo el día.

-¿Todo?

-Me pondría en la ventana. Soy como una sexy maldición, ¿no crees?

-No.

-¿Ni si quiera un poco candente?

-Ni un poco-dije riendo.

-Que pena.-hizo un puchero cuando llegamos a la puerta de mi colegio- parece que tu sexy maldición va a tener que dar la vuelta.

-¿Por qué mía?

-Porque sí.

Se despidió con la mano y una media sonrisa, dando la vuelta, sí, su colegio quedaba para el otro lado.

Durante todo el día estuve pensando en Jack, ¿de verdad habría sido él quién se coló a mi habitación?

No presté atención en ningún momento, ni siquiera cuando mis amigas se ponían a conversar en los recreos, me imaginaba a Jack sentado sobre su bastón en el pasillo, con el profesor de literatura traspasando su ser mientras dictaba rápidamente.

-1938.-me lo imaginé corrigiendo a la profesora de historia, luego mirándome vigoroso y orgulloso de ser más culto que ella.

Me lo imaginé robando comida en la cafetería, balanceándose en su bastón en los recreos, dándome ánimos en deportes, me lo imaginé...

-¡Tierra llamando a _____(tn)!- dijo Jane, la chica negra.

-¿Es por Maaaaaatt?- dijo Annie, la pelirroja hiperactiva.

-¿Qué?

-¿Ya son como... oficial oficial?-preguntó Annie.

-¿A que te refieres?

-Nos acabas de decir que estaban saliendo...O bueno, asentiste.

-Ah.

-¿Y es bueno en la cama?

-¿¡AH!?

-¿La tiene corta?

-¡Y yo como voy a saber eso! No, no estamos saliendo... Porque él es...-me quedé callada.

No seguí prestando atención a su conversación, para ser franca, esas chicas no me terminaban de agradar, solamente estaba con ellas para no quedarme sola.

Eran chicas tan repipi, llenas de maquillaje y marcas como Louis Vuitton, Victoria Secret, Forever 21... Y yo era más de... ropa de la esquina...

No puedo decir que las odiaba, puesto a que no era así, simplemente no sabía como es que terminé juntándome con ellas.

* * *

Pasaron varias noches, y aquella presencia seguía presente constantemente dentro de mi habitación, no fue hasta después de un par de meses que escuché unos griteríos desde el techo de mi casa.

Abrí la ventana lentamente para escuchar con mayor claridad.

-¿¡Por qué me haces esto!?-una voz familiar gritaba desde el techo, con la voz quebrada y al parecer casi llorando- ¿Qué he hecho para merecerlo?

Lentamente subí por la azotea que se encontraba en el despacho de mi papá. Apenas asomada, ahí estaba, paseándose de un lado para otro en el techo de mi casa.

-Yo no quería esto...-decía Jack constantemente, lo repetía una y otra vez mirando a la media luna.