Capítulo 3

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-Por qué tan de repente...- dije nerviosa, roja como tomate.

-Era la única forma que se me vino a la cabeza para que dejaras de preguntar cosas que ya sabes.- se sentó como indio en frente mía, aun con la sonrisa dibujada en sus labios y algo ruborizado.- Mira, _____(tn), de verdad que me gustas, y mucho. Desde el primer día que te vi, aunque puede que tu no a mi.

-Jack...

-No sabes por cuanto tiempo quise que me vieras.- dijo sonriendo con los ojos cristalinos.

No pude evitarlo, sollozando me lancé encima suyo para abrazarlo, se veía tan tierno con esa cara, siempre había querido verle sonreír de verdad.

-No llores.-le dije apretándole lo más fuerte que podía- no te voy a dejar solo ni hasta el día en que muera, así que por favor no llores...

Jack me devolvió el abrazo, sentía como sus frías lágrimas caían en mi hombro. En ese momento lo supe, no quería perderlo, quería que se quedase a mi lado por siempre, envejecer juntos o nunca hacerlo, lo quiero, lo quiero mucho.

-No me olvides, por favor.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora