Capítulo 46

4.3K 372 56
                                    

Por primera vez en mi... ¿vida?... ¿existencia?.... no sentía náuseas el volar tras la espalda de Jack, iba rápido, extremadamente rápido, pero ya no podía sentir el viento golpearme a la cara, y de vez en cuando un pajarito nos atravesaba a ambos.

Era de una cierta forma, inquietante, ya no sentía nada, ni si quiera el roce que provocaba mi cuerpo con el de chico, ni el frío que manaba de su cuerpo, ni sus manos sujetándome las piernas con gentileza, y la sensación de vacío no me agradaba nada.

-¿Es así como lo sientes?- pregunté cuando ya habíamos avanzado bastante tramo del camino, el manicomio quedaba lejos, y no me daban ganas de reflexionar el resto de camino que nos quedaba, que tampoco era poco.

-¿Te refieres a la nada?-respondió sin quitar la vista de enfrente, llevaba su bastón pegado al abdomen, para que no me molestara.- Pues la verdad es que sí.

Estábamos sobrevolando una de las carreteras principales, el tráfico era increíblemente largo, esa gente por lo menos tendría unas tres horas de paisaje neutro, las llanuras de los alrededores eran completamente planas, variando únicamente en los tonos de verdes y amarillos del césped, y un pequeño ganado de vacas aparecía por las lejanías cada cierto tiempo.

-¿Sabes que animaría el viaje un poco?

Jack me miró con las cejas alzadas.

-¿Qué cosa?

-Que me contaras sobre mis tendencias gatunas.

-Ni en tus mejore sueños.-respondió entre carcajadas.

El camino comenzaba a ponerse tedioso, el chico avanzaba muy rápido, pero no lo suficientemente como para llegar "temprano" a las horas de salida.

-Así nunca vamos a llegar.

-No seas impaciente, _____(tn).

Le miré con cierto tono de vacile.

-¿No puedes ir más rápido?

Él me devolvió la mirada con un brillo en los ojos.

-Si.-respondió formando una media sonrisa, bastante galante he de admitir.

-¿No quieres ir más rápido?

-Si.

-Sería divertido, ¿no crees?

-Completamente de acuerdo.

Nos habíamos aproximado a lo que parecía ser el problema del tan extendido tráfico, un camión e mudanzas -que no sé como llegó a parar ahí- se había salido del camino, dejando que su cola impidiera el pase de los autos de uno de los lados del carril. Pude ver como un señor de avanzada edad salía de camión completamente ileso, asustado, comenzaba a gritar por auxilio, pero nadie sabía que estaba ahí, solamente Jack y yo podíamos verlo.

Pude tomarlo como un efecto placebo, espero, puesto a que la imagen del hombre, sin entender lo que le estaba pasando, hizo que se me revolvieran en el interior las cosas que ya no tenía.

-Yo también lo creo.-dije intentando apartar esa imagen de mi cabeza.

-Abróchate el cinturón, no querrás salir volando.

Algo nerviosa me agarré al cuello de Jack, mientras un sentimiento hiperactivo comenzaba a recorrerme el... no-cuerpo... Aún no se como llamarle a ese estado en el que me encontraba, ¿qué era? No un cuerpo físico claro está, y lo que sentía era básicamente los recuerdos de una fresca vida recién perdida.

Jack comenzó a detenerse, para tomar impulso, encogió las piernas como para apoyarse en la nada, y de pronto, pegó un salto usando esa misma nada como base. Aquel impulso me empujó hacia atrás, pero aún así no pude sentir la velocidad a la que íbamos, nada me chocaba y los mareos que me daban cuando todavía estaba viva eran no más que un mero recuerdo.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora