-No tienes que agradecerme, lo hago porque te amo, hermanita.
-Yo también te quiero.
Nos quedamos toda la tarde conversando, Jack nos miraba, Matt me contaba como le iba con su nuevo novio, a quién yo odiaba, y éramos felices.
Olvidamos las soledad que cada quién sentía, Jack sentía como si Matt pudiese verlo, y yo como si ya no estuviese loca para el mundo.
Matt siempre había sido mi salvación, desde pequeños. Pero no siempre sería mi escudo.
Cuando volví a casa las cosas se amargaron, como siempre. Mis padres estaban sentados en el salón, esperándome con cara de "tenemos que hablar".
-¿Qué sucede?-pregunté tras un suspiro.
-Lo siento...-dijo mi padre.
Me senté en el sillón unitario que estaba en el costado, pasándome la mano por el cabello.
-¿Ahora qué?- pensé.
-Estábamos pensando cariño,-dijo mi madre- que lo mejor para todos es que vuelvas al psiquiatra.
¿Qué?
-Estabas mejor ahí, más segura.-añadió mi padre.
¿Mejor?
-Sabemos que no te gusta mucho la idea, pero nosotros ya tomamos la decisión, no importa cuánto te resistas, no vamos a cambiar de opinión.
No pude decir nada, estaba paralizada.
No quiero volver a ese lugar, Jack.
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No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)
FanfictionSiempre me ha de seguir una extraña ventisca que me hiela hasta los huesos, y que nunca me deja sola. Fue una noche de diciembre, cuando regresaba sola a casa, que éste ser incorpóreo tomó forma, un adolescente de cabello y ojos blancos, sudadera ce...