Capítulo 4

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-No me olvides, por favor.

-¿Cómo se te ocurre? Tu eres mi ventisca de invierno en verano, jamás te voy a olvidar, lo prometo.

Mientras nos abrazábamos entró mi madre, preguntando que si quería cenar.

-¿Que haces?- preguntó al verme abrazada a lo que ella le parecía la nada.

-A-ah, es que tenía frío. - respondí mientras me separaba de Jack.

El chico bajó la vista, la soledad en  su cara se hacía presente nuevamente. Quería decirle que todo estaría bien, que no importaba que nadie más lo viera, yo estaría ahí para él.

-Bueno... La cena está lista, baja ahora.

Miré a Jack por última vez antes de bajar, se quedó cabizbajo sentado en mi cama, distante.

Durante todo el resto del día se mantuvo así, no se alejaba de mi lado, aunque sin hablarme. No importaba lo que le preguntase, se mostraba indiferente.

Fue en la noche cuando por fin me habló:

-¿Como es que lo hiciste?

Estaba sentado sobre mi cómoda, haciendo malabares con uno de mis anillos.

-¿Qué?

-¿Como lograste verme? La mayoría de la gente a penas sabe de mi existencia... No entiendo por qué...- la voz se le quebró.

-No importa, no pienses en eso.- la verdad es que ni yo misma entendía como pasó.

-De todaa formas... Gracias.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora