in the hills • zayn malik | Español

veintisiete- destino

veintisiete- destino

canción para este capítulo: "mess is mine" por Vance Joy

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Zayn podía sentir el pesar en su pecho cuando despertó; Iris estaba acurrucada den sus brazos, aún dormida. Estaban cubiertos por una pila de cobijas para mantener lejos el frío, y él sabía que tan pronto ellos se deshicieran de las cobijas no habría regreso. Tenía un mal presentimiento de que cuando él regresara, algo lo alejaría de ella.

Ella siempre lucía hermosa, incluso cuando no tenía que hacerlo. Incluso ahora sus labios estaban fruncidos y secos y agrietados y su cabello era un desastre total, ella lucía hermosa. Pero quizá ese no era el motivo por el cual lucía tan hermosa para Zayn. Él sabía, de hecho, tenía la certeza, que Iris era hermosa. Cada parte de ella, cada átomo de ella, era precioso.

Y en verdad él no podía plasmar eso en palabras, porque ninguna palabra podía describir la cantidad de belleza a la que él se refería cuando miraba a Iris. Nadie siquiera podría descubrirlo, Zayn se percató, porque esta realización iba más allá del entendimiento mortal, que resistió el paso del tiempo. Se estremeció mientras imaginaba que en mil años otra persona podría hacer el mismo descubrimiento, la misma realización sin palabras.

Esto lo asustó un poco, sentir tan intensamente cosas por ella. Pero sintió algo cambiando en su interior, casi como si el polvo finalmente se hubiera disipado y pudiera verlo. Podía ver que Iris era la única persona en su mundo, en su vida, en toda la vida, que lo haría sentir de esa forma. La gravedad de eso lo hizo tener pánico por un segundo, pero solo tenía que bajar la mirada a Irir para recuperar la compostura.

Pasó sus labios contra la frente de ella, y tan pronto como él la tocó con sus labios, esta creencia se intensificó en su interior, plasmando la sonrisa más dulce en su rostro.

Iris se removió y se despertó lentamente, parpadeando lentamente hacia él. Una vez que se las arregló para mantener sus ojos abiertos por más de algunos segundos, ella le sonrió.

—Buenos días. —susurró Iris, colocando una mano en su pecho.

Sin pensarlo mucho, Zayn se contuvo en contestar y en vez de eso se inclinó y la besó, colocando su mano en la mejilla de ella, dejándola ahí. Una sensación cálida creció en todo su cuerpo, cada parte de él se estremecía, cada átomo gritaba de alegría.

Zayn se apartó, manteniendo su mano en la mejilla, con su pulgar acariciándola—. Buen día, —dijo con delicadeza.

Iris se sonrojó, su mirada brillaba. Observó los labios de él, antes de que sus ojos hicieran contacto visual con los de él—. Te amo, solo en caso de que eso no estuviera claro.

Zayn rió—. También te amo, más de lo que imaginas. —musitó, besando la nariz de ella.

—No quiero que te vayas, aunque suena horriblemente egoísta. —Iris suspiró, acurrucándose en su pecho.

Zayn también suspiró, pasando una mano entre su cabello—. Me quedaría por el resto de mi vida si pudiera, mi amor.

La mano que Iris colocó en su pecho fue hasta la mano de él, y entrelazó sus dedos—. Permite que no nos levantemos. —susurró.

—Puedo estar de acuerdo con eso. —dijo Zayn, abrazándola un poco más fuerte, con una sonrisa contenta en su rostro.

Hubo silencio por un momento, y Zayn sintió que el momento que compartían siempre estaría con él, algunos minutos de silencio, de amor, de felicidad. La extraña sensación de antes floreció en él de nuevo.