The bad girl

Brindemos por ello

Antes de leer: Me gustaría recordar que Kylie, Liam, Luke y demás personajes son personas que se equivocan. Así que no os pongáis a juzgar y odiar a Kylie por sus decisiones porque en unos capítulos volveréis a amarla. Bueno, estáis en vuestro derecho de hacer lo que queráis, pero recordad que todo el mundo comete errores. Ahora sí, a leer.

***

—Tenemos nuevos vecinos —anuncia mi padre en el desayuno—, vamos a invitarlos a cenar esta noche.

—¿Tiene que ser justo hoy? —pregunto.

Pretendo tener una conversación con Luke y poner punto y final a lo nuestro. Me da igual lo que hiciera con Summer, me duele el hecho de que el me mintiera como si nada. Y si me pongo en lo peor e imagino que ellos dos ayer se enrollaron me parte el corazón, porque Luke muy bien sabe cómo lo pasé con Liam. Así que sí, no creo que sea buena idea tener invitados hoy.

—Sí, tiene que ser justo hoy. Y me sentiré alagado de que me hables, por cierto. Todo un honor —contesta mi padre.

—No le hables así, papá —dice Kennedy.

—¿Y tu que eres su abogado ahora?

—No, soy su hermano. Y esta situación me está hartando ya. Se supone que tú eres el adulto y no dejas de comportarte como si fueras un adolescente.

—Kennedy está bien... —digo.

—¡No, no está bien! ¡Ni si quiera te ha pedido perdón o se ha sentado a hablar contigo!

—¡No tengo que pedirle perdón porque fui quién se quedó con ella cuando no podía dormir! ¡Fui quién estuvo con ella cuando más me necesitaba!  —grita mi padre.

¿En qué momento ha explotado todo esto?

—¿Me lo estás echando en cara? —me encuentro preguntando.

—Oh Dios mío, no vayas de víctima ahora. No te estoy echando nada en cara solo estoy diciendo que podrías ser un poco más considerada con quién estuvo ahí para siempre.

—¿Yo soy la que va de víctima? —pregunto, odio el echo de que mis ojos se llenen de lágrimas.

—Sí, vas de víctima —reafirma.

—¡Oh bueno, entonces te pido perdón porque una zorra me pegara hasta casi matarme y un cabronazo me violara! —le grito.

Escucho un jadeo por parte de Leslie, veo el arrepentimiento en los ojos de mi padre y oigo a Kennedy maldecir. Pero no me paro a verlos o escucharlos, porque me levanto de la mesa y salgo de casa.

Agradezco no encontrarme con nadie de camino a clase, ya es bastante sospechosos que vaya al instituto con un chándal, que encima me regaló Liam—Kylie la masoquista—, casi sin maquillar y con mi pelo negro recogido en una coleta de caballo, como que para encima alguien me vea llorando mientras camino.

Entro al primer bar que veo para poder coger un té para llevar y me paralizo al ver a Liam sentado en la barra. Vuelvo a respirar cuando me doy cuenta que realmente el chico sentado en la barra no es Liam.

¿Que te está pasando, Kylie?

***

—¿Que te pasa? Das miedo —escucho a Samantha, dejo de mirar en mi taquilla y me doy la vuelta para verla.

—No he dormido bien —medio digo la verdad, medio miento.

—Te entiendo, ayer me enganche a una telenovela de mi país —ríe—, está bien intensa. He obligado a Dylan a verla también y así tengo con quien comentarla.