¿Cómo te llamas?

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No sé cuántos chupitos de tequila después estoy bailando en la pista con un chico desconocido, me ha dicho su nombre pero no lo recuerdo.

Una canción también desconocida suena y yo muevo mis caderas contra las del chico, el tiene un vaso que también desconozco el contenido. Pero lo cojo y me lo bebo de un tirón.
Mi garganta quema pero a estas alturas ya no siento nada.

Tengo las pupilas dilatadas y las mejillas sonrojadas por el alcohol, también influye el que estoy bastante excitada.

El chico desconocido es muy atractivo. Rubio, alto, ojos azules casi de la misma tonalidad del mío y juraría que tiene unos buenos abdominales pero como aún no lo sé por qué lleva la camiseta puesta, y como soy muy curiosa, meto mi manos frías— y un poco mojadas por acabar de coger el vaso— por su camiseta.

Y si, tiene más abdominales de los que pensaba que se podían tener.

—Mmh, ¿Yo también puedo tocar?

Me muerdo el labio y asiento.

Me coge de las caderas y me pega a el, las manos que estaban en mis caderas no tardan en ponerse en mi culo y apretarlo.

Le miro a los ojos, y el DJ pone "Wiggle" De Jason Derulo.

Y casi quiero subir y agradecerle por ponerla.

Empiezo a mover mis caderas dibujando un infinito imaginario, pegada a la cadera del rubio y el me muerde el labio.

Después de eso, no dejamos de besarnos, y lo último que recuerdo es estar en su cama desnuda, con el encima de mi. Y llamándolo rubio, por qué no creo que sea una buena idea preguntarle cómo se llama a estas alturas.

(...)

Mi cabeza va a explotar.

Cómo siempre que salgo me he despertado en una cama desconocida, con un chico desconocido.

Sin hacer mucho ruido me levanto y busco mi ropa, después de ponerme mi ropa interior, entro al baño y hago pis. Después me lavo las manos y la cara y busco mis bolso para desmaquillarme con las toallitas que siempre llevo, y echarme un poco de corrector y rimmel, que siempre llevo también en el bolso.

Cuando creo que ya estoy un poco presentable salgo del baño y el rubio ya está despierto.

—¿Has visto mi vestido?

Me señala con la cabeza debajo del escritorio y lo cojo.

El chico caliente está tumbado desnudo, tapado de cintura para abajo, y con los brazos detrás de su cabeza. Disfrutando de las vistas de tenerme en ropa interior.

—Bonitas vistas ¿Verdad?

—Igual que las tuyas.

Río, pero no lo niego.

Me pongo el vestido y me acerco.

—¿Me lo abrochas?

Hace como que piensa. —¿Que me das a cambio?

—Mmh, ¿Que propones?

Realmente es bueno en la cama, y no me importaria probarlo de nuevo.

Me coge la mano y me tumba encima de él. —Mientras lo pienso, haz uso de tus preciosos labios. ¿Te parece bien?

—Perfecto.

Me acerco a él y lo beso, y después de un rato acabo de la misma forma que ayer.

(...)

Ahora mismo estoy tumbada en la cama mientras el chico rubio se ducha.

Mi mente vuela a lo que me dijo mi hermano.

El realmente cree que soy una mala persona, aunque al lado de su novia soy un completo angelito.

Ese idiota.

Lo único que se de chicos es como desvestirlos, pero creo que culaquier chico normal se alejaría de la persona que le hizo bullying a su hermana por tanto años.

Se lo preguntaré a chico rubio, total no volveré a verlo.

Nada más que sale le miro.

—¿Tienes hermanas?

Asiente. —Dos.

Y antes de que pueda preguntarme por qué le pregunto. —Si una chica les hiciera bullying extremo en el instituto, y esa chica luego quiere ser tu novia. ¿Estarías con ella?

Me mira raro y responde obvio. —Pues claro que no, ¿que clase de pregunta es esa?

Me encojo de hombros. —¿Puedo hacerte otra pregunta?

—Adelante.

—¿Cómo te llamas?

El se rie a carcajadas. —No sé si sentirme ofendido.

Pongo mi mejor cara de niña buena y le sonrío. —Fijo que tú no te acuerdas del mío.

—Oh si que me acuerdo, te llamas Kylie Mendes. Ayer me repetiste mil veces que aunque te apedillaras así no tenías nada que ver con el cantante Shawn Mendes. Y que si tuvieras algún tipo de relación con el, sería por qué tú serías su sumisa sexual, y la madre de sus hijos.

Río un poco. —¿Enserio dije eso?

Asiente. —Me llamo Liam.

Miro hacia abajo y repito en voz baja. —Liam. —le miro y sonrio— Me gusta

Ríe y después de cubrir su torso desnudo con una sudadera, se sienta en la cama.

—¿Tienes hambre?

—Muchisima.

—Bien. —se pone de pie.— Tú y yo nos vamos a desayunar.

Me da una sudadera suya y me la pongo, aunque llevo mi vestido debajo, está lo tapa completamente. Cojo los playeros que llevaba en mi bolso y me los pongo.

—Liam, me caes bien. Pero no quiero nada serio, ya sabes

Me acerca sonriendo y me agarra de la cadera acercándome a el. —¿Que te hace pensar que yo si?

Me besa, y río en sus labios no sé muy bien por qué. —Pues vamos a desayunar, estoy hambrienta.

Me da otro beso, y bajamos a un bar a desayunar.

(...)

Hace un rato que he llegado a casa.

Cuando he llegado a casa lo primero que he echo a sido ducharme y guardar en mi armario la sudadera de Liam.

Ahora estoy tumbada en mi cama, en sábado y estoy en pijama.

Cojo mi móvil y mensajeo con Alison y Bridget, hacemos una llamada a tres para contarnos que tal ayer. Y quedamos en salir hoy de nuevo a una fiesta que dan en la fraternidad.

Me levanto de la cama y aliso mi pelo negro que me lleva por debajo del pecho. Pinto mis ojos azules con eyeliner y mis pestañas con rimmel, luego aplico mi labial rojo favorito.

Mini falda vaquera, top negro, y tacones negros de 10 cm con un poco de plataforma.

Cuando estoy lista, mis amigas pasan a por mí.

Una vez dentro mis ojos se encuentran con otros azules.

Sabía que íbamos a volver a vernos, pero no tan pronto.

Chico rubio a las 12.


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The bad girlWhere stories live. Discover now