Cumpleaños Kiam II

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Liam ríe a carcajadas mientras intenta ayudarme a bajar la camiseta translúcida negra que me ha regalado Keisi esta mañana.

—Encoje Kylie. —Dice Liam mientras estira hacia abajo de la camiseta, como sigamos así la rompemos.

—¿Como encojo la tetas, Liam? Uso una 80b no puedo encojer más.

—Creo que no te sirve amor.

Suspiro. Liam me acaricia la mejilla.

—¿Quieres que vayamos al centro a cambiarla?

—Ya he quitado la etiqueta.

—A ver ven, estúpida. —Por fin somos capaz de bajarla pero estoy casi sin respirar. — Intenta respirar.

Cojo aire respirando grande.

—Si, puedo sobrevivir hoy.

Ríe antes de besar mis labios de forma lenta.

—Pues cálzate venga. —Da una palmada en mi trasero, me agacho para coger mis sandalias negras. —Parece que no llevas bragas.

—Si que llevo.

—Genial, te las quitaré después.

•••

Después de una genial cena en un bar bastante bonito, nada lujoso o de un gasto desorbitante, estamos en el coche, aparcados enfrente de mi casa.

Es genial pasar tiempo con Liam, me hace sentir a salvo, segura, me divierte, me hace sentir deseada y querida. A veces, me da miedo sentir tantas cosas o pararme a pensar, que en estos momentos, él es una de las personas más importantes de mi vida.

Miro su perfil, su nariz que tanto me gusta. Creo que lo que más me gusta de Liam es que tiene cara de felino. Y no me llaméis rara, solo me gusta que sus ojos y nariz me recuerden a algo como un león, o un gato.

Vale, estoy delirando. Borrar eso de vuestras mentes.

—¿Que tanto me miras, nena?

—Eres guapo.

—¿Si? —asiento mientras quita mi cinturón, y me mueve hasta estar a horcajadas encima de sus piernas— Tú también.

Acorta la distancia para besarme de manera deliciosa, mientras nuestras lenguas juegan y nuestros dientes muerden de vez en cuando en un beso juguetón, me olvido que estoy frente a mi casa.

Nos besamos por largos minutos hasta que me separo de el, mira mis labios.

—Acerte totalmente al comprarte ese pintalabios.

—¿Porque?

—No se te ha quitado. —Dice mientras ve mis labios fijamente, hasta que finalmente vuelve a besarme.

Me dejo entretener por el unos pocos minutos más, hasta que nuevamente, me separo.

—¿Quieres pasar?

Su respuesta es abrir la puerta en una indirecta para que me vuelva a mi asiento, lo cual hago mientras el sale y guarda las llaves en su bolsillo, cierro la puerta cuando ya estoy fuera y me extiende su mano mientras camina hacia mi casa.

Por supuesto que la cojo y entrelazo nuestros dedos, abro las puerta con mis llaves y casi me da un infarto cuando las luces se encienden de de repente.

—¡Sorpresa! —Grita un montón de gente.

Solo veo a los de la fila de adelante, que son mis padres, los de Liam, Keisi y Cristian. Veo a mis amigos a un lado y lo que se supongo son los amigos de Liam al otro, enserio que aquí hay mucha gente.

The bad girlOù les histoires vivent. Découvrez maintenant