Aiden.

Capítulo 43: Te he esperado.

–Amy –exclamé volviendo a ponerme de pie pero con más cuidado, rodeé la silla hasta estar frente a frente con la bruja.

Ella es la madre de Aiden y era algo totalmente obvio tan solo al contemplar sus facciones, ambos compartían rasgos similares y aunque él se pareciera más a su padre no cabía duda de que también heredó cosas de ella.

–Eres la mamá de Aiden –dije –La, la bruja de Evan y...

–¿Por qué sabes tantas cosas de mí mientras yo no sé nada de ti? –su voz era neutral, autoritaria y sin emociones.

Aparté la mirada, me intimidaba un poco su mirada, esa es la verdad.

–So, soy Mitsuki Ross, nos vimos una vez, cuando llevé a Rory a casa de Victoria el día que se perdió –expliqué y me arme de valor para mirarla nuevamente –Estabas con Evan ese día.

Ella entrecerró los ojos un instante, parecía estar analizandome o quizás recordando ese día; al final solo asintió.

–¿Por qué estoy aquí? –pregunté.

–Porque vi lo que eres.

"Oh no"

–¿Vas a... matarme?

Ella reclinó la cabeza a un lado y arqueó una ceja. Sus pocas expresiones lograban ponerme un tanto nerviosa.

–¿Me darás motivos para que lo haga? –no supe que responder a eso y ella acabó por suspirar antes de continuar –Eres una de esas extrañas criaturas que salió del foso, es obvio, pero por alguna razón no intentas hacer el mal. Tuviste la oportunidad de acabar con Aiden y los otros en ese lugar, sin embargo te empeñaste en protegerlos, incluso cuando Tessa te utilizó, tu pudiste hacerle daño pero... ¿Por qué no lo hiciste?

–Porque no es mi enemiga –respondí de inmediato –Ella solo quería ver a su mamá y Elizabeth la manipuló.

Amy vino hasta mí y se detuvo a tan solo tres pasos de distancia.

–Puedo ver que hay algo distinto en ti, no actúas como tus hermanos. Te ves más... limpia.

–¿Limpia?

–No pareces llevar el mismo odio que esos sujetos. Ellos heredaron tal deseo de destrucción por parte de Dominic, pero tú estás limpia de todo ello.

–Entonces... –miré a mi alrededor –¿Por qué estoy aquí.

–Moriste –respondió sin más y la miré de inmediato mientras escupí un "¡¿Qué?!" Desesperado –Al parecer no sabes utilizar tus habilidades. Dominic te heredó sus campos de fuerza pero tú no sabes usarlos y recibiste el impacto de varias estacas en tu cuerpo.

En ese momento recordé aquella pelea contra Elizabeth y me llevé la mano al pecho recordando la horrible sensación de haber sido apuñalada por madera.

–Quise hablar contigo a solas, quitarme la duda de que no eres peligrosa antes de avisarles a los demás que habías perdido una de tus vidas, pero despertaste más rápido de lo que creí. Así que si quieres iré a...

Ella se volvió hacia la puerta para marcharse pero me apresure a ponerme de pie e intentar alcanzarla.

–¡Amy alto! –la llamé y giró nuevamente a verme –Por favor no les digas que morí.

–¿Qué?

–Por favor... –me puse de pie, rodeé la silla estando de frente a la puerta y lleve ambas manos al centro de mi pecho –Te pido que no le digas nada a nadie.

Sus ojos se entrecerraron, sabía que dudaba de mí pero no parecía verme como a un enemigo.

–Bien, si eso es lo que quieres entonces nadie lo sabrá –concluyó –Tómalo como una deuda saldada por haber salvado a mi hijo.