—¡Rafael! cariño, ¿cuántos te has comido?

—No muchos cielo —decía alejándose.

—Ay no, será mejor que me vaya antes de que se los acabe. Chicos los espero abajo no tarden —dijo yéndose apresurada.

Por su parte Hekapoo terminaba de colocar las tiras. —Bien... Esperemos que te ayude a cicatrizar más rápido.

—Gracias Hekapoo —Ella sonrió.

—Ponte la venda encima y no toques de más. Y no tienes que preocuparte en la ducha ya que son aprueba de agua.

—Entiendo —dijo mientras se ponía la venda—. Bueno bajemos a desayunar.

Pasado el desayuno llegó la tarde y con ello la tarea de rutina que estuvieron haciendo a diario; buscar a Nachos. Cada día iban a aquella dimensión y la buscaban sin haber tenido éxito aún.

**...**

—Bien yo hago el recorrido primero y tú te quedas —dijo Hekapoo.

—Ok —respondió Marco y le dió sus tijeras.

—¿Trajiste las galletas?

—Por supuesto —Marco sacó unas galletas que ellos mismos horneaban para Nachos. Estas eran galletas de café; sus favoritas. Las dejaban en un plato y tomaban turnos para recorrer el lugar con las tijeras mientras el otro se quedaba cerca del plato con la esperanza de atraerla.

—Muy bien nos vemos –dijo Hekapoo sonriendo mientras abría un portal y lo atravesaba.

La tarde pasó cambiando turnos para buscar pero al igual que los días anteriores, no lograron nada. Ambos estaban cansados y se disponían a volver a casa de Marco. 

—Bueno. —Suspiró—. Otro día más y otra decepción —dijo Marco desanimado, mirando al horizonte después de un día entero buscando.

—No hay que perder la esperanza... Aunque a decir verdad, es la primera vez que Nachos se pierde por tanto tiempo.

—Un mes desde que se perdió ¿No?

—Sí, debido al fallo de tiempo que hubo.

—Cierto... Lo único bueno de todo esto es que las brechas dejaron de abrirse tal y como dijo Omnitraxus.

—Sí por suerte.

—Bien Mmmh ¿Te parece si nos vamos?

—Mmmh aguarda —Hekapoo se acercó y revisó el brazo de Marco para ver la herida.

—Jaja ¿Enserio?

—Wow felicidades Marco, un día entero sin estar toqueteando.

—Jaja en mi defensa debo decir que lo hacía porque me daba comezón.

—Ajá sí... Jaja Ok andando.

Abrieron un portal y volvieron a casa. Cansados y sudados decidieron turnarse para tomar una ducha la cual los relajó. Llegada la noche Marco fue a ayudar a Rafael con la reparación de aquel hoyo mientras que Hekapoo se ofreció de nuevo a ayudar a Angie con la comida.

—Aprecio mucho tu ayuda querida —dijo mientras picaba papas.

—No hay de qué señora Díaz, lo mínimo que puedo hacer es ayudar un poco por aquí. —Hekapoo pelaba las papas.

—Muchas gracias... Y dime, ¿cuándo van a ir a esa salida de ustedes eh?

—Ah jeje... Bueno fui yo quien le dijo a Marco lo de esperar a que su herida mejorara, pero sus cuidados torpes la empeoraron. Por lo que hoy me dijo que podríamos ir mañana y no me pareció mala idea.

Dimensión en llamasWhere stories live. Discover now