Capítulo 27

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Fotosíntesis parte II

Leyla se levantó del suelo, jadeando y sujetándose el hombro. Apretó los párpados y tomó un respiro profundo, un respiro que salió entrecortado, le dolía cada parte del cuerpo pues esa última demonio fue la más difícil hasta ahora. No obstante, algo le decía que estas clones estaban bastante lejos de mostrar su verdadera fuerza. No, estaba segura de ello. Miró hacia el suelo y no bajó la guardia hasta que se aseguró de que el cuerpo se había desvanecido.

Entonces comenzó a dirigirse de prisa hacia Marco, guiada por la energía de su aura, y mantuvo el ritmo sin pausa abriéndose paso por la bruma que poco a poco se iba despejando por fin. Pero entonces, ensanchó los ojos y se detuvo de golpe, sintió algo, una precencia conocida.

—Keyren —Se dijo a sí misma. Se concentró en esa energía, y tan pronto como la ubicó supo que debía estar peleando, se sentía agitada.

En el fondo quiso ir a ayudar pero decidió seguir su camino, debía encontrar a Marco. Y habría sido así de no ser porque perdió la concentración pensando en el príncipe, y justo por ese motivo fue que otra precencia más le llegó de golpe. Una precencia demasiado familiar.

—No puede ser... —dijo volviendo a ensanchar la mirada.

El problema era que no confiaba en su percepción, debía estar loca, no podía tratarse de Janna, su aura se sentía diferente, se sentía más... grande. Le costaba trabajo percibir más de una a la vez, pero guiada por la curiosidad cerró los ojos y puso toda su concentración en esta última presencia hasta que no le quedó ninguna duda. Era su prima.

Una Janna que estaba teniendo problemas serios con el chico, quién había resultado ser más habilidoso de lo que esperaba. Este tenía una pinta diferente, según ella, y no tardó en darse cuenta de que se trataba del príncipe. En parte por la vestimenta que llevaba, ningún soldado o civil vestiría tan refinado; y en parte también por una segunda cosa en particular que no pudo pasar por alto.

—Vaya, después de todo era cierto lo que decían —Le dijo mientras mantenían una secuencia de ataques y bloqueos continuos—. Eres bastante apuesto.

—Hablas demasiado.. —dijo Keyren con hastío.

—Oh, lo siento. Es que nunca me había enfrentado a una cara tan bonita. Se podría decir que me pones nerviosa. Y eso, galán, eso no pasa con frecuencia.

En medio de la ráfaga, Keyren dio con un escudo bajo sus pies, así que se apartó unos pocos centímetros y le dio un pisotón fuerte con el que el disco se levantó a media altura, justo para girarse y de una patada lanzarlo hacia Janna. Ella lo atrapó y lo usó para cubrirse de la embestida inmediata que le cayó encima, cuando el príncipe se lanzó sin darle un respiro. Las garras de sus manos terminaron perforando el escudo, eso fue lo que vio Janna desde su lado, cosa que la dejó con la boca abierta.

—¡¿De qué mierda están hechas tus uñas?! —exclamó soltando el escudo y dando un salto hacia atrás.

Desde ahí, aprovechó para lanzar un ataque a distancia, o más bien una técnica rebuscada, pues hizo aparecer un escudo bajo los pies del chico quién sin tiempo a reaccionar terminó siendo elevando hasta casi tocar el techo, lo que parecía una altura de diez metros.

—Quedaté ahí, galán. En unos minutos el disco descenderá. Mientras tanto yo debo irme.

Con lo que Janna no contaba era que el príncipe estaba igual o más loco que ella. Eso lo determinó cuando con asombro, lo vio tirarse en picada hacia al piso. Ante semejante idiotez estuvo tentada a ayudarlo ¡Se iba a hacer papilla! Sin embargo su sorpresa fue mayor cuando en el aire cambió su forma y el aterrizaje fue amortiguado por las patas de un enorme lobo negro, el cual comenzó a cortar distancia mientras gruñía.

Dimensión en llamasWhere stories live. Discover now