-Dani: Jesús -dejo mi mano en su hombro captando su atención- perdona que os interrumpa pero necesito hablar contigo

Ana me mira expectante. ¿Sabe ya ella algo?

-Jesús: ¿qué...?

-Dani: me he liado con Sara -suelto sin dejarlo terminar- ahora mismo

-Ana: ¿qué? -abre los ojos de par en par

Suspiro sonoramente y me coloco la corbata, que empieza a ahogarme.

-Jesús: Dani... joder -maldice en un murmuro

-Dani: la he cagado -admito- lo sé, lo sé -reitero- pero ya está hecho y no sé qué hacer ahora -explico desesperado

-Ana: ¿dónde está Sara? -me pregunta

Aprieto la mandíbula.

-Dani: con tu hermano, que ha ido a buscarla porque supuestamente ella se lo pidió en un mensaje -alzo las cejas vacilante

Ana frunce el ceño y, cuando se dispone a irse hacia las escaleras, frena sus pasos y permanece con nosotros.

Siento una mano en mi nuca y giro la cabeza encontrándome a Álvaro acompañado de Sara. ¿Qué hace? ¿Quién le ha otorgado esta confianza?

Me aparto bruscamente de él y hago que todos aquellos que nos rodean se alarmen. Jesús me mira con un claro 'no hagas ninguna tontería' en sus ojos.

-Álvaro: vamos a fumarnos un cigarro -me dice calmadamente- yo invito

-Ana: Álvaro, yo creo que... -niega con la cabeza intentando mediar

¿Por qué piensan que quiero enzarzarme con él en una pelea? He querido. Varias veces. Pero ya no.

-Álvaro: Sara necesita una copa y seguir disfrutando de la noche -le anuncia a su hermana y a Jesús- por favor -insiste

Miro a la susodicha; a Sara; dándome cuenta de que ella intenta no mirarme a mí, y posteriormente le lanzo una mirada desafiante a Álvaro. ¿Quiere hablar? Hablemos. Ya la noche está siendo complicada, qué más da si se complica un poco más.

Me dispongo a caminar hacia el jardín cuando mi gemelo agarra mi brazo deteniéndome.

-Jesús: ¿quieres que vaya con vosotros? -propone

Niego en un gesto.

-Jesús: no la lieis, Daniel, te lo pido por favor -suena preocupado

-Dani: tranquilo -llevo una de mis manos a su cara- no va a pasar nada -aseguro

Quien era mi amigo apoya su mano en mi hombro animándome a continuar nuestro camino y vuelvo a apartarme de él de mala gana mientras retomo mis pasos. Jesús resopla viéndonos marchar.

-Dani: deja de tocarme como si fuéramos colegas -espeto por encima de la música

-Álvaro: aún te considero como tal -me contesta del mismo modo

Hago oídos sordos ante su comentario y llegamos a una zona algo apartada de la cantidad de gente que hay en el jardín. Él saca de uno de sus bolsillos el tabaco.

-Dani: en cuanto terminemos de fumar me voy -anticipo

-Álvaro: fumaré despacio entonces -vacila tendiéndome un cigarro

-Dani: Álvaro, no tengo humor para bromas así que dime qué cojones quieres -escupo tajante

Suspira expulsando algo de humo y me da el mechero. Del bolsillo de la chaqueta se saca un móvil mientras yo doy la primera calada.

Llegaste tú 2 || GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora