¿Sabes cómo te digo que te quiero? - Namjin

Capítulo 37

-Quiero irme. -Es lo primero que dice-. Jin, quiero irme.

-No, Namjoon -dice casi en un susurro, pero logra desesperarlo aún más. Su tono es serio y frío. Le hace sentir miedo, como si en cualquier momento las cosas fueran a disolverse, a desquebrajarse, a romperse-. Supongo que es del modo en que es.

-¿Qué? -pregunta, avanzando al interior. La cama de Jin está perfectamente tendida y sus cosas reposan de manera organizada sobre un mueble-. Quiero irme.

El chico no dice nada. Sigue mirando a través de la ventana como si su vida dependiese de ello. Es incómodo. El silencio que se instala lo hace sentir más ansioso de lo que ya está y aún puede oír a los chicos discutir afuera de la habitación.

-Siéntate -dice de repente. Namjoon quiere replicarle, decirle que quiere irse, que no está obligado a hacerle caso. Sin embargo, lo hace. El tono que Jin usa cuando le dice ello es demandante. Busca una silla y desde allí puede ver al chico de espaldas, con sus hombros anchos y una camisa holgada que lo hace lucir más grande de lo que en realidad es.

El castaño no sabe cuánto tiempo permanecen en las mismas posiciones, sin decir nada. Ellos aún deben volver a la otra habitación para terminar de grabar, pero cuando piensa en ello, se da cuenta de lo poco que le importa hacerlo.

-Jimin tiene razón -interviene de nuevo el peligris, con un tono triste y distante-. No estoy bien; he tenido muchos más dolores musculares de lo usual y he bajado de peso rápido. Sabes... sabes que amo las camas de los hoteles, pero en el último mes no he logrado dormir por más de 3 horas cada día. A veces ni siquiera puedo dormir.

-Jin, no es necesario que-

-También tiene razón cuando dice que me has estado haciendo sentir mal, Namjoon -susurra, pero es suficientemente alto para que pueda escucharlo-. Para ser completamente sincero, no creo que haya otra razón por la que me encuentre mal en este momento.

Namjoon tiene motivos suficientes para replicar, pero es como si la rabia acumulada se hubiese atascado en algún punto del camino. Puede sentir su corazón acelerarse. Quiere irse. Quiere hacer cualquier otra cosa que estar encerrado en una habitación de hotel con Jin. Los ruidos afuera le sugieren que aún no puede hacerlo. Sin embargo, la voz del mayor sigue haciendo presencia.

-No creo que haya otra persona en el grupo a quien prefiera más que a ti. -Su tono de voz sigue siendo apagado y bajo, como si Jin hubiese olvidado que él está ahí-. Hemos sido cercanos desde siempre, así es como lo recuerdo. Salíamos cuando nos sentíamos demasiado abrumados por la presión de querer convertirnos en los mejores. Nunca pensé en mi siendo bueno en esto y me encargaba de recordarme que no era suficiente, pero siempre estaban los restaurantes baratos a los que íbamos, o las cafeterías desoladas que preferíamos. Me hacía sentir mejor y con el tiempo me di cuenta de que no se trataba de los lugares que frecuentábamos cuando decidíamos escapar de la empresa, sino de la persona que siempre estaba a mi lado. De ti, Namjoon.

Lo recuerda. Evoca los momentos a su lado. Cuando el miedo de no salir adelante los consumía y los volvía polvo. El castaño puede recordarlo bien, puede recordar la risa escandalosa de Jin en los establecimientos, las charlas nocturnas y el modo en que el chico siempre sabía acomodarse con cualquier cosa, incluso si estaba acostumbrado a más que eso.

-Recuerdo lo feliz que estuve cuando llamé a mamá una noche para decirle que tenía un amigo, que no tenía que preocuparse más de lo solo que me sentía. Con el tiempo, logramos afianzar nuestra amistad con los demás, pero yo no creo que pueda olvidar el modo en que me hizo sentir el hecho de que fuiste la primera persona en la que confíe cuando nos embarcamos en esta locura. -La postura de Jin se mantiene frente a la ventana, con el mismo matiz sombrío y extraño-. Has sido mi amigo todos estos años, hemos sabido estar para el otro cuando las cosas se han tornado confusas, dolorosas, problemáticas... tu amistad lo ha sido todo para mí, Namjoon. Sé que suena terriblemente estúpido, pero cuando miro hacia atrás no me veo siendo lo que soy sin ti.