Capítulo 23

7.6K 1K 447
                                    

Despertar no es incómodo, sin embargo, a medida que su cuerpo abandona la sensación de cosquilleo propia del sueño, su brazo izquierdo se siente entumecido. A sus ojos le cuestan acostumbrarse a la oscuridad, pero cuando finalmente consigue tenerlos completamente abiertos, Namjoon se da cuenta de que no está solo. 

El cuerpo delgado y adormilado de Jin junto a él, le hace preguntarse si las cosas van a cambiar. 

Desecha el cuestionamiento tan pronto como llega, decidido a no dejarse llevar por él, por sus acciones pasadas que le han hecho errar. Namjoon no quiere eso, ya no. 

No ahora que la respiración de Jin le hace cosquillas en el cuello. No ahora que su mano acaricia la cintura del chico y sus pies se tocan. No ahora que no desea otra cosa más que aquello en su vida. Que quiere la comodidad y la seguridad que el otro le da incluso cuando está dormido.

Se mueve con cuidado, sin dejar de abrazar a Jin y observa el reloj digital de la mesa de noche. Son las 7:00 am y es una suerte que sea sábado. Ellos volverán a trabajar hasta el lunes y eso está bien. El líder quiere al menos dos días para no hacer absolutamente nada.

El calor del cuerpo ajeno lo envuelve de nuevo y se encuentra acurrucándose más cerca del chico para quedarse dormido. Cuando logra despertar de nuevo, es el movimiento del cuerpo del mayor el que lo saca del sueño. Jin se está deslizando lejos de sus brazos, por lo que Namjoon abre los ojos tan rápido como puede para verlo encender la pequeña lampara y acomodar su cabello con sus dedos.

—Iré a cocinar —dice. El chico le está dando la espalda ahora, pero sabe que el otro está despierto—. ¿Algo en especial?

Entonces los hombros anchos de Jin se giran para observarlo. Pese a que sus ojos siguen hinchados por el sueño, luce fantástico. Dios. Namjoon no conoce a alguien que se vea tan bien luego de despertar, además de Jin.

A nadie, nunca. 

Se encoge de hombros aún medio recostado y puede ver la mueca de molestia abriéndose paso en la cara del mayor. Quiere reírse de él, más no lo hace.

—Haré cualquier cosa entonces —menciona con molestia fingida y Namjoon no puede evitar sonreír—. Hablo en serio.

—Lo sé —dice sin dejar de sonreír y eso parece molestar aún más al mayor.

Jin se pone de pie para calzar sus pantuflas y observa al chico desde arriba con una mueca de fingido fastidio. Namjoon quiere abrazarlo y hacerlo caer a su lado de nuevo, para que sigan durmiendo como antes. Quiere volverse asfixiante sobre el otro, demasiado empalagoso con los mimos y caricias.

—Namjoon... —dice con voz grave mientras se cruza de brazos y lo sigue observando fijamente. Claramente a la espera de una respuesta puntual.

—Lo que sea que prepares está bien para mi —dice sonriendo y Jin se encoge de hombros para caminar hasta la puerta y salir por ella.

La sonrisa en la cara del castaño no desaparece luego de ello. Sigue allí, incluso cuando también decide ponerse de pie para estirarse y comenzar el día. Cuando logra llegar a la cocina, se da cuenta de que los únicos despiertos son Jin y él. No es temprano, pero supone que los demás sólo quieren tiempo para descansar y dormir un poco más antes de que el trabajo en forma comience.

El peligris está moviendo cosas en la sartén, que Namjoon asume por su olor, que son carne y vegetales. Sus pasos avanzan, mientras tiene los ojos fijos en Jin, en su cabello ligeramente desarreglado, su bata azul ladeada hacia el hombro izquierdo y el modo gracioso en que mueve las caderas como si estuviera recordando alguna canción.

Namjoon lo quiere tanto. No teme aceptarlo. Lo quiere.

Sus manos son mucho más rápidas que sus pensamientos. Antes de que la duda se instale, sus dedos encuentran la estrechez de la cintura de Jin y el duro hombro del chico, en donde apoya su mentón. El mayor no parece sorprenderse ante el tacto. Sus manos aún siguen sosteniendo los largos palillos metálicos y sus ojos siguen enfocados en la sartén.

¿Sabes cómo te digo que te quiero? - NamjinKde žijí příběhy. Začni objevovat