Capítulo 24

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Marcha bien. Todo en orden. Todo está bien.

Namjoon aún quiere convencerse. Sus manos están sobre Jin y la cara del chico está enterrada en algún lugar entre su hombro y cuello. Sin embargo, no puede dejar de pensar.

Ellos son amigos. Lo han sido siempre.

Namjoon no quiere que las cosas sean de ese modo. Quiere convencerse de que está conforme con volver a lo de antes; a Jin siendo su amigo, durmiendo con él, tostando su pan a medias, sonriéndole con dulzura. No lo está.

Anhela más cosas de él que el chico no está dispuesto a ofrecer. No se le pasan por la cabeza, no las piensa nunca. Él único que ha pensado sobre eso ha sido él, sólo él. 

Sería mentiroso pensar que no lo observa más de lo que debe, que no puede evitar centrar su atención en él, que se siente en paz cuando está cerca, que no se encuentra a sí mismo pensando y anhelando su presencia, que no quiere volver a besarlo.

Lo quiere, incluso si como ahora, lo está abrazando y lo tiene tan cerca como puede. Lo quiero más que eso.

Piensa que es egoísta añorar, desear. Especialmente cuando la reciprocidad no existe. 

Se regaña a sí mismo cuando quiere fervorosamente más de lo que puede obtener. Cuando en las madrugadas trata de ocultar las erecciones que nada tienen que ver con las mañanas, sino que poseen un principal causante que duerme a su lado. Namjoon está frustrado de tener que reprimirse con lo que hace, tratando de ser cauteloso con sus manos temblorosas que quieren escabullirse mucho más allá de la tela de la camisa de pijama de Jin. 

Tiene que recordarse constantemente el no besarlo, incluso cuando en las noches el chico busca su cercanía y se aferra a él como si estuviera ahogándose. Sus palabras siempre se están muriendo en el fondo de su mente cuando se queda mirándolo y no quiere otra cosa que poder decirle que lo quiere, que lo quiere con tanta fuerza como para dolerle que sólo puedan ser amigos.

Son las 4:00 de la mañana y ellos tienen un comeback en menos de doce horas. 

Pese a la calidez bajo las mantas y el abrazo de Jin, Namjoon no puede dormir. La censura a la que se ha sometido en el último tiempo parece ahogarlo, pero él prefiere el silencio de la comodidad. Lo prefiere antes de alejar a la persona que quiere. 

Imaginar eso le duele. Siente sus ojos picar cuando la posibilidad de tenerlo lejos de nuevo se presenta en su mente, orillándolo a presionar a Jin más cerca. 

Anhela la reciprocidad. No hay algo que desee con más fuerza.

No está ayudando en nada que Jin esté palpando sus ojeras con tanto amor y dulzura

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No está ayudando en nada que Jin esté palpando sus ojeras con tanto amor y dulzura. Namjoon quiere decirle que se aparte, pero no tiene el corazón de hacerlo. Sólo quiere que se mantenga acariciándolo. Como si al hacerlo pudiese menguar la culpa que siente cuando el chico lo mira con amor fraterno y Namjoon quiere mucho más que eso.

¿Sabes cómo te digo que te quiero? - NamjinWhere stories live. Discover now