Todos mis miedos y dudas se confirman. Él gira su cabeza para mirarla y después vuelve a mirarme a mí. Hace el amago de decirme algo pero retomo mi camino hacia el baño a paso rápido. Mis ojos están inundados en lágrimas, las cuales brotan al cerrar la puerta detrás de mí.

No puede ser. No puede ser. No puede haber vuelto con ella. Dani no la perdonaría nunca.

Pero acabas de ver cómo salía de su habitación. Probablemente se han acostado, Sara, asúmelo.

Sollozo sonoramente y cierro los ojos con fuerza. Mi cuerpo tiembla incluso más que antes. Se ha acabado. Lo nuestro se acabó hace tiempo, pero él no ha desaprovechado ni un minuto. Se ha olvidado de mí.

Saco mi móvil de mi escote y le mando un mensaje a Ana. "Necesito que subas al baño, por favor, urgente". Vuelvo a guardarlo en el mismo sitio y me arrepiento mil veces de haber dejado el bolso abajo y de no haberme bebido un par de copas de más. Si hubiera bebido no estaría aquí. Probablemente estaría con Ana, haciendo alguna de las nuestras, y no me acordaría en absoluto de Daniel. Sollozo de nuevo y me apoyo en la piedra del lavabo. La puerta del baño se abre y rezo mentalmente para que sea mi mejor amiga, pero no puedo ni gesticular al ver a Dani entrar. ¿Para qué viene? ¿No cree que me siento ya suficientemente derrotada?

Me cruzo de brazos y aparto mi mirada de él.

—Dani: Sara -escucho como cierra

—Sara: déjame sola, por favor -murmuro

Mis lágrimas continúan sin control. No quiero tenerlo cerca. No quiero mirarlo. No quiero estar aquí. Estoy justo en ese punto en el que piensas que ya el dolor ha sido suficiente.

Noto cómo se acerca a mí hasta dejar su vaso a mi lado, en la piedra del lavabo.

—Dani: escúchame -suspira

Frunzo el ceño, entre enfadada y dolida. ¿Quiere que lo escuche? ¿Pretende que lo escuche después de ver lo que he visto? ¿Pretende que lo escuche cuando él no me ha dado la oportunidad de explicarle cómo y por qué pasó lo que pasó en todo este tiempo?

—Sara: no -niego, y consigo el valor para mirarlo- escúchame tú a mí -absorbo por la nariz-. Haz lo que quieras. Bésala todos los días. Mézclate con otra gente y prueba otros labios y otras camas -lo animo a ello-. Deja que el tiempo pase si eso es lo que quieres -alzo las cejas sin parar de llorar-. Vive, experimenta y crece, pero nunca me olvides -le pido

Su mirada permanece fija en mí y podría jurar que tiene los ojos húmedos.

—Sara: no intentes tratar a otra como me tratabas a mí. Recuerda todo lo que nos transmitíamos solo con mirarnos y recuerda el brillo de mis ojos -mi voz comienza a quebrarse-. Recuérdanos, por favor -suplico-. Vive cómo y con quién te de la gana, pero no olvides nunca la persona que fuiste conmigo -niego abatida

Una lágrima se desprende repentinamente de uno de sus lagrimales y tarda apenas unos segundos en darme la espalda. Su gesto me sorprende y al mismo tiempo me duele. Me mantengo en la misma posición y cubro mi boca y mi nariz con mis manos. Sollozo.

Me ha reemplazado. Eso es todo lo que mi mente puede pensar ahora mismo. La persona de la que estoy profundamente enamorada me ha reemplazado, y todo es culpa mía. Ya no siente nada por mí, y me lo merezco. Voy a pasar los próximos meses odiándome tal y como he hecho durante este tiempo. He terminado de destrozar una relación que lo único que necesitaba era estabilizarse. No quiero seguir sintiéndome así. Necesito perdonarme, necesito que me perdone. Necesito quitarme de encima la culpabilidad que sigue acechando a mi subconsciente.

—Sara: no entiendo nada, Dani -vuelvo a hablar- pero lo respeto, y respeto que ya no sientas nada por mí -vuelvo a sollozar sin poder creerme lo que está ocurriendo-. Necesito que me perdones, necesito perdonarme para poder seguir adelante como tú lo estás haciendo -absorbo por la nariz y trato de limpiar el estropicio artístico que debe haberse creado en mis ojeras gracias al rimmel-. Álvaro y yo no sentimos nada el uno por el otro -saco el tema-. Si lo hiciéramos tendríamos una relación ahora mismo, y no la tenemos ni la vamos a tener -aclaro-. Me provocó mucha inseguridad el hecho de que quisieras quedar con Mónica y me dio mucha rabia tu comportamiento aquella noche -hago una pausa echándome a llorar inevitablemente- joder -mascullo

Supongo que ahora mi sensación de inseguridad tiene lógica.

—Sara: cuando llegué a esa maldita fiesta pasaste de mí por completo y David me dijo que le habías insinuado que lo habíamos dejado -hablo con dificultad por mi agitada respiración debida al llanto- ¿sabes lo que me dolió eso?

Todavía me da la espalda y no ha abierto la boca.

—Sara: ¿puedes mirarme al menos cuando te hablo? -me molesto

Se gira ante mi petición, mirándome de frente con ambas manos metidas en los bolsillos de sus pantalones, y me quedo sin palabras al verlo completamente hundido. Él no parece dispuesto a hablar.

—Sara: no soporto más esta situación -niego en un hilo de voz-. No te estoy pidiendo que vuelvas conmigo, te pido que me perdones. Te pido poder mirarte a la cara y poder darte los buenos días un lunes cualquiera de camino al instituto. Te pido perdón por el daño que he podido causarte, pero también te pido que entiendas que me arrepentiré toda la vida de ese beso porque fue un error, porque estaba dolida, porque había bebido y porque necesitaba cariño -explico-. No quiero que seas mi amigo, Dani, solo quiero dejar de sentirme culpable todos los días de mi vida. Quiero que no haya esta tensión de mierda entre nosotros, porque necesito perdonarme -continúo sincerándome-. Nuestra relación ha estado llena de altibajos, de discusiones y de idas y venidas, pero me hacías feliz -asiento- te juro que me hacías jodidamente feliz, y siempre te estaré agradecida por ello -absorbo por la nariz

A medida que hablo voy alzando la voz, para hacer insistencia en mi discurso.

—Sara: no voy a dejar de quererte como te quiero, nunca -cierro los ojos un par de segundos-, y me va a doler verte con alguien que no sea yo -me humedezco los labios-, pero supongo que con el tiempo me acostumbraré a ello -alzo las cejas no muy segura-. No lo sé -me encojo de hombros-, lo único que tengo claro es que no quiero estar así contigo -lo miro abatida con mi rostro bañado en lágrimas- no puedo, no puedo más

.
.

¡Este capítulo tiene dos partes! Que suba pronto la otra depende de vosotras 🙊. Gracias siempre por leerme ❤️.

Llegaste tú 2 || GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora