5° año: Avada Kedavra

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— Esa maldita perra se fugó — gritó Remus ofuscado dejando caer su taza de golpe.

Sirius salió desde la cocina sin entender que había pasado, preocupado por la reacción de su esposo y curioso sobre que perra estaba hablando. No pudo evitar sentirse furioso al ver que era su querida prima Bellatrix estaba libre, y quizás, casi de seguro reuniéndose y planeando alguna estupidez con lord Voldemort.

— Amor, sabíamos que cosas peores ocurrían y esto no es nada, la guerra está recién comenzando — susurró Black besando la frente de su esposo, quien en ese momento cerró los ojos y se abrazó a su cuerpo, tenía miedo, un mal presentimiento.

Sirius en silencio lo abrazó con cariño, él también temía, no quería perderlo pero sabía que era una posibilidad y lamentablemente lo mejor era no hacerse ilusiones con que saldrían intactos luego del gran enfrentamiento, siendo sinceros, era más factible que murieran pero si Harry seguía con vida, todo valía la pena.

Terminaron teniendo sexo rudo, era una de las mejores formas de que ambos dejaran de pensar y si llegase a suceder lo peor, al menos sus cuerpos se recordarían como siempre lo habían hecho, pues para ellos ya no podía haber nadie, si alguno de los dos moría era probable que se quedara solo para siempre.

Harry no entendía porque seguía con la farsa, pero ahí estaba, besándose con Cho, moviendo sus labios de forma mecánica pues en su cabeza sólo estaba el recuerdo de Draco, al único que quería besar, a quien tanto extrañaba, a quien necesitaba.

Se alejó de golpe al ver como Draco lo estaba mirando, el rubio se giró y salió rápido del lugar, Harry se quedó sin saber que hacer mientras Cho lo miraba de forma curiosa preguntando si todo estaba bien.

Ese día Harry buscó a Malfoy, no se resistió a usar el mapa de los merodeadores para dar con él, necesitaba que hablaran, necesitaba explicarle que no sentía nada por Cho, que sólo lo extrañaba a él.

— Vete a la mierda Potter — amenazó Draco levantándose de golpe mientras de forma brusca se secaba los ojos, a Harry se le apretó el corazón, ansiaba ir a secar las lágrimas de su dragón — ni lo intentes Harry, un paso más y te mato — apretó los dientes y se fue de ahí, no dejaría que Potter lo viera vulnerable, él no se lo merecía — no te atrevas a buscarme y recuérdame Potter, nadie juega con Draco Malfoy — finalizó a modo de amenaza, y Harry supo muy bien que en aquellas palabras sólo había verdad.

Harry se recargó sobre Hermione, de inmediato ella lo rodeo con sus brazos mientras de forma maternal le preguntaba si todo estaba bien, el azabache terminó contándole todo lo que había ocurrido, necesitaba que alguien lo escuchara, ella lo único que le dijo es que había sido un idiota.

Un par de días después el ejército de Dumbledore se encontraba practicando el encantamiento Expecto Patronum, cuando sintieron unos golpes, no podía ser pues estaban en la sala de menesteres. Pero a los pocos segundos luego de una explosión, Umbridge junto a su brigada inquisitorial se mostraba con sádicas sonrisas, Harry se había quedado congelado, no sabía que hacer, sobre todo luego de ver como Draco tenía a Cho, al parecer ellos eran los culpables de haber sido descubiertos, ya no le interesaba saber si Draco la presionó o ella por si sola habló, simplemente miró a ambos con decepción para luego ser llevado por la profesora.

— Traidor — le susurraron los gemelos a Percy, quien los miró con una mueca como si le diera asco ser familia de aquellos revoltosos, como los llamaba ahora. Harry sólo lo miró, no podía creer que hubiera un Weasley del lado contrario, al parecer siempre se toparía con gente en su contra.

Lo que ocurrió después nadie lo vio venir, Dumbledore se había culpado de la formación de aquel ejército y en un santiamén había desaparecido. Y Hary necesitaba hablarlo con sus tíos, solo que necesitaba una forma segura de hacerlo, la orden se debía enterar de lo que había ocurrido. Ahora más que nunca agradecía el espejo doble que Sirius le había regalado un tiempo atrás, ya no era seguro comunicarse por lechuzas o por la chimenea, no ahora que Umbridge se estaba haciendo del poder.

Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora