Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry)

Roces y avances

Caminaron juntos a la habitación, Harry iba exigiendo comida de forma tan tierna que ambos adultos iban con bobas sonrisas en las caras. Sus brazos se rozaban en cada momento, provocando que la temperatura aumentara de forma considerable. Las brujas se sonrojaban al verlos, no era común ver a dos sexys y hermosos hombres con un niño extremadamente adorable, como alcanzó a escuchar Remus en algunos comentarios, se sentía más que feliz que todas esas "señoras" vieran a su hombre como de su propiedad.

Con un par de movimientos de varita, Remus ya tenía la comida de su sobrino, el cual rápidamente comenzó a saborear su exquisita papilla. Por su, lado Sirius se daba una ducha para quitar la arena de su cuerpo. Aunque le temperatura que estaba usando en el agua era extremadamente fría del agua, pues lo que quería arrancarse eran ciertos pensamientos libidinosos sobre el hombre lobo más sexy del planeta y, sobre todo, bajar cierta cosa de su anatomía.

Le dieron un baño a Harry, el cual a los pocos minutos cayo rendido, el pequeño estaba cansado luego de horas jugando en el agua. Remus lo dejó a cargo de su exnovio y fue por una ducha, necesitaba sacarse la arena y estar unos minutos a solas. No quería exteriorizarlo, pero se sentía realmente un idiota feliz, por haber actuado de forma tan atrevida y posesiva con Sirius, siendo que no son nada, además aún les quedaba una noche juntos, y bueno un par de días, lo que sólo lo ponía más ansioso.

Cuando salió del baño, Harry ya dormía profundamente en su cuna. Black estaba sobre la cama escuchando la radio muggle, la última moda en el mundo mágico. Estaban pasando una canción de una nueva banda, Black le explicaba alegre que eran The Smiths, se puso a reír al ver como los ojos de su hombre brillaban, estaba seguro que de haber nacido en el mundo muggle sería el vocalista de alguna banda de punk o rock, se sonrojo al verse a el mismo como su groupie, rápidamente movió la cabeza de forma enérgica para quitar ese pensamiento tan adolescente.

Ambos hombres se encontraban recostados mirando el techo, mientras nuevas canciones salían de esa fantástica caja como solía llamarla Sirius, por más que Remus le explicara que su nombre era radio. El animago quería preguntarle un par de cosas, pero sentía que si lo hacía podía arruinar todo lo que había conseguido, por otro lado, era un Black, siempre hablaba sin pensar.

- ¿Rems te has acostado con otros? – Lupin parpadeó incrédulo, su exnovio si que podía ser un idiota, realmente le había afectado lo de los mocosos en la playa, sabía que por dentro Sirius era muy inseguro.

-Claro que si Sirius. No sabes lo maravilloso que la chupan los recién salidos de Hogwarts, créeme he probado cada una de sus casas, hasta tengo mi ranking personal – lo dijo sin ningún tipo de escrúpulo mientras le guiñaba un ojo - ¿quieres saber quienes son los mejores? –

- Oh Dios Moony, recuérdame no hacerte preguntas fuera de lugar o puedo llegar a ver tu sarcasmo en su máximo esplendor – pese a sus palabras, Black le dio la espalda, ya que por algunos segundos su corazón había latido desaforado, hasta que por suerte capto el clásico humor de su chico.

Lupin comenzó a reír, aunque trataba de hacerlo en silencio para no despertar al chiquillo presente. En un acto impulsivo, abrazo por la espalda a Black, mientras ahoga risas en la fibrosa espalda de este.

- De todas formas, los Gryffindors ganan – ambos corazones comenzaron a latir más rápido de lo normal.

- ¿Gryffindors? – gruñó por la bajo Sirius, pensando que no había dicho en voz alta aquel penoso pensamiento.

– Bueno, un león en particular es el ganador – le respondió juguetón Remus dejándolo en evidencia.

De alguna forma Sirius sintió que hasta su pelo estaba sonrojado y Lupin no lo hacía nada mal, ambos se quedaron en silencio intentando que sus corazones se calmaran para poder hablar, no faltó mucho para que ambos hombres se quedaran dormidos, con sus manos entrelazadas.