Cumpleaños

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A Sirius se le partía el corazón cada vez que escucha los gritos de Remus, lo único que podía hacer era tomar su mano y apretarla en señal de compañía, inclusive cruzó los límites y beso suavemente sus cabellos.

Harry tuvo una noche tranquila, cerca del amanecer Sirius lo escuchaba balbucear alegremente, lo que indicaba que el pequeño ya estaba despierto, lo tomó suavemente y lo depositó entremedio de ambos adultos. Él se quedó encantado mirando el techo, en el cual Black había hecho un sencillo hechizo para que mostrara diferentes figuras animadas.

Remus no quería abrir los ojos, ya que la luz se le hacía insoportable y le dolía muchísimo la cabeza. Pero lo hizo de golpe, cuando dio un alarido al sentir como algo estaba mordisqueando su mandíbula, a continuación, lo único que escucho fue la sonora carcajada de su ex novio.

Cuando logró entender que había sucedido, se unió a las alegres risas, acompañados también por las contagiosas carcajadas del pequeño Potter. Quien en un acto de juego, había mordido con sus dientes recién salidos a su tío Remus.

Ambos adultos se miraron, por primera vez desde que se habían separado, experimentaban un momento de complicidad. Ellos desviaron sus miradas y se sintieron sumamente avergonzados.

Remus intentó levantarse de la cama, pero de inmediato fue atacado por un mareo, debiendo volver a su antigua posición.

Moony, ni se te ocurra levantarte de esta cama –

Padfoot, es decir, Sirius. En realidad, Black, quien te crees para mandarme –

No me creo ni soy nadie, pero anoche tuviste una fiebre alta. Lo mejor sería que descansaras por hoy, al menos. Iré por comida, vigila que Harry no ruede de la cama –

Y con esas últimas palabras Sirius abandonó la habitación, sin quiera dejar tiempo a Remus para réplicas. De golpe vinieron los recuerdos del día anterior, inmediatamente se sintió avergonzado por todo lo que le había dicho a Sirius. Recordó su pataleta y como había abandonado la casa, pero no recordaba que más había pasado esa noche y le aterraba enormemente haber dicho más de lo necesario.

Black regresó a la habitación con un elaborado desayuno para ambos adultos, quienes lo comieron tranquilamente mientras tenían una amena conversación, principalmente comentando todo lo que necesitan comprar para ambientar la casa, inclusive debían construir una habitación más. Ya que la cabaña sólo contaba con la habitación de Remus y una extra, que en estos momentos estaba destinada a Harry. Por lo tanto, Sirius debía expandir la casa para tener su habitación, por ahora seguiría acomodándose en el tortuoso sillón.

Gracias a las pócimas y los cuidados que le entregó Sirius, durante la tarde, Remus ya se sentía realmente bien. Aunque jamás admitiría que era gracias a él. Como abandonar la casa era aún peligroso e incierto, Remus realizó una lista de todo lo necesario y mandó a Black al callejón Diagon.

El por su parte habló con Harry en complicidad, explicando el gran plan para el día siguiente, el bebé sólo le miro y le dio chillidos felices, como si realmente le entendiera.

Sirius compró de forma rápida todo lo solicitado por Remus, inclusive decidió pasar por la casa de los Potter en búsqueda de algunas cosas del pequeño, como su ropa, sus juguetes favoritos e inclusive un par de fotografías que aún quedaban luego de la fatídica noche.

Al llegar a la cabaña lo que encontró le entibió el corazón, en la sala estaban sus dos amores durmiendo plácidamente. El hombre lobo tenía acunado al pequeño de cabellos rebeldes, sin hacer ruido se sentó al lado de ambos e intentó formar parte de la escena.

Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry) Where stories live. Discover now