Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry)

5° año: amor de verano

Sigo viva, no tengo palabras para disculparme por el retraso. 

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Harry despertó con el corazón latiendo a mil por hora, sentía como sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas mientras él escondía su cara bajo las sábanas, no quería seguir soñando, no quería seguir recordando lo que había ocurrido aquella fatídica noche. No podía sacarse de la cabeza la perdida mirada de Cedric, ni tampoco la voz de Voldemort, tenía miedo, pero sobre todo ira.

No quería molestar a sus tíos, pero en ese momento necesitaba ser reconfortado, necesitaba un abrazo, ya no podía más con las pesadillas, no quería seguir sufriendo, cuanto se odiaba en ese preciso momento, si no hubiera sido por él, Cedric no hubiera muerto, toda la culpa era de él, sin darse cuenta ya estaba llorando, no podía controlar sus lágrimas. Mordió sus labios con fuerza, apretó los puños e intentó inútilmente ahogar un sollozo.

Dio un respingo cuando sintió unos cálidos brazos rodeándolo, no supo en que momento alguien había entrado a su habitación. No pudo evitar llorar más fuerte mientras se aferraba al cuerpo del mayor, Remus soltó un suspiro preocupado mientras lo abrazaba más fuerte, pasando con cariño su mano por la espalda de Harry, intentando reconfortarlo.

— Tranquilo cachorro — le dio un beso en la coronilla — tu no tuviste la culpa de nada, por favor deja de pensar eso — comenzó a explicar Remus con su típica voz calmada.

Harry lo quedó mirando, él nunca había hablado sobre eso con sus tíos, pero nunca le podía esconder las cosas a Remus, en realidad nadie podía, el licántropo siempre podía leer fácilmente a sus hombres como solía llamarlos. Aunque para ser sinceros, sólo Remus era capaz de esconder sus sentimientos, aunque Black siempre se las arreglaba para saber que estaba pasando por su cabeza.

Sirius se quedó escuchando desde el pasillo, sentía que de entrar sobraría, pues su esposo podía manejar mejor que nadie la situación. Ya que sólo Remus era el indicado para esa labor, él sabía cómo consolar a la gente con su aura única, él transmitía la paz y calma que Harry necesitaba en ese momento.

— Pero Remus, Voldemort regresó por mi — sollozó Potter, mientras furiosas lágrimas caían con fuerza — yo debí morir hace muchos años.

— No cariño, él regresó porque la maldad lo corrompió. Si no hubieras sido tú, hubiera sido cualquier otro niño, que probablemente hubiera muerto y en este momento estaríamos bajo el yugo del mal, pero gracias a tus padres la oscuridad no logró ganar — lo quedó mirando fijamente — y escúchame bien, Harry, ahora es nuestro turno de pelear, no dejaremos que las muertes de tus padres sean en vano, no dejaremos ganar a ese bastardo — Remus apretó los dientes — y nada de lo que sucedió fue tu culpa. Iré por algo de té — Remus jugueteó con sus cabellos tal como lo hacía cuando era un cachorro, para luego salir de la habitación con una sonrisa.

Remus se encontró con la preocupada mirada de su esposo, quien en silencio lo acompañó hasta la cocina, Remus rápidamente preparó una infusión herbal para conciliar el sueño, aunque agregó un poco de filtro somnífero para dormir, pues había visto las ojeras de Harry, sabía que el adolescente no dormía bien desde hace días, quizás no era mala idea llevarlo a San Mungo para que lo pudieran tratar.

Sirius fue quien le llevó el té, se sentó a su lado y con cariño lo acarició, Harry se terminó acurrucando, escondiendo en su cuerpo, realmente se estaba comportando como un niño pequeño, pero a su padrino no le importaba, podía notar lo mucho que necesitaba amor y contención en ese momento, y él le daría todo lo que su ahijado y prácticamente hijo necesitaba, pues el daría todo por Harry, incluso su vida.