Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry)

6° año: Dumbledore

Hola, ¿ha pasado tiempo, no?

Espero no me hayan olvidado y disfruten esta parte. 

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La navidad llegó y Harry ya iba camino a su hogar, extrañaba a sus tíos, quería oler la comida de Remus, escuchar las carcajadas de Sirius y que los tres comieran una rica tarta de calabaza, por algunos minutos quería dejar de pensar, no sentirse culpable ni tampoco herido, sentimientos que eran los comunes en sus días, agradecía que Mione muchas veces fuese su pilar, porque Ron estaba notoriamente ocupado en otros asuntos.

No pudo evitar abrazar a sus tíos como cuando era pequeño, se sentía como un cachorro, pero no le molestaba, sabía que siempre podría comportarse como un niño con Sirius y Remus, se pusieron al día, no faltaron las risas y juntos envolvieron los regalos para la familia Weasley y los miembros de la orden, ya que harían una pequeña celebración.

Esa noche Harry se encontró con una nota, sabía muy bien que la había enviado

>> Te extraño... no pude escapar"

Era todo lo que decía, Harry simplemente le arrugó y tiró a la basura, odiaba que Draco se hiciera la víctima, cuando él eran quien lo había herido, Harry ya había agotado toda oportunidad, y el rubio no quiso tomarlo en cuenta, él no estaba para el juego de nadie y simplemente ya estaba cansado, se había agotado de remar contra la corriente y luchar, mucho menos por un amor que ni siquiera sabía si era del todo recíproco, pues para dar amor al menos debes recibir algo similar, no migajas como era lo que acostumbraba Draco.

Una noche que se quedó leyendo hasta tarde uno de los libros de Remus sobre Defensa contra las Artes Oscuras, dio un respingo cuando una mano fue puesta en su hombro, sabía de quien se trataba, pues se sentía el olor a chocolate

— Harry, se que no me corresponde hablar cuando se que no me han pedido ayuda ni consejos, pero a veces hay que saber escuchar a los ancianos — Remus no pudo evitar soltar una risita — cuando uno es joven tiende a ser egoísta y solo pensar en si mismo, pero te has detenido a pensar que pasa con Draco, con su familia y su naturaleza, ¿la presión que debe sentir? Tu mismo debes sentirla al ser el niño elegido, pero así como tú, hay otros que tampoco han elegido su camino — Harry estaba sin palabras, no lo había visto de ese modo — piénsalo cariño, todos cargamos con heridas y sacrificios. Buenas noches cariño, te recomiendo el capítulo IV — Remus dio un cálido beso en los cabellos de Harry, tal como hacía cuando era un cachorrito y lo dejó solo en el salón con sus pensamientos.

Ahora Harry tenía mucho que pensar y sentir, no sabía por donde empezar o que hacer, pero quizás no haría nada, como acostumbraba a hacer, quizás lo mejor era darle tiempo al tiempo.

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Harry no entendía que estaba pasando, no tenía idea quien era esa tal Romilda y porque Ron decía aquellas palabras, si estaba más que seguro que la novia del chico era Lavander, y si bien sabía que podía ser la persona más despistada de todo Hogwarts, estaba más que seguro de que su amigo no había cambiado de novia, aunque quien sabía quizás Ron era todo un rompecorazones.

Pero su hipótesis cambio cuando vio la caja de chocolates y logró comprenderlo todo, era obvio que aquello era culpa de una poción, era Amortentia, y esos chocolates no iban a Ron, eran para él, agradecía no haberse engullido esa caja de golosinas, pero definitivamente necesitaba ayuda y de seguro Horace podría ayudarlo y quizás sería una buena oportunidad para obtener algo de información.

El profesor logra ayudar a Weasley, y para celebrarlo deciden beber algo de Hidromiel que el viejo Horace guardaba para su amigo Dumbledore, pero todo ambiente festivo cayó de un minuto a otro cuando Ron cayó al suelo convulsionando, había sido envenenado. Gracias a la rápida acción de Harry pues el profesor se encontraba estático, es que el azabache logró salvarle la vida, aunque eso no evitó que Ron terminara en enfermería.