Malfoys

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Sirius y Remus ya llevaban más de un año en su nueva relación, habían días en que peleaban como cualquier pareja pero siempre acostumbraban a arreglar las cosas antes de ir a la cama.

De los mortífagos y del mismo Voldemort no se habían tenido noticias, así que de cierta forma se sentían en paz, sabían que siempre estaría el miedo latente de que aquel horrendo mago oscura reapareciera o que sus seguidores intentaran algo contra el heredero Potter, pero se consolaban al saber que estaban preparados. La orden del fénix seguía en pie y lo darían todo hasta estar absolutamente seguros de que no había amenazas.

Harry asistía a la guardería muggle, la cual era atendida por unas lindas y simpáticas profesoras de párvulos que habían intentado coquetear con ambos, circunstancia que en más de alguna vez había provocado celos inoportunos. Remus ayudaba por las mañanas en la librería del callejón Diagon, Sirius aún le gruñía a ese tal Antoine pese a conocer a la esposa y familia del mencionado, haciendo que Remus lo dejara durmiendo en el sillón más de alguna vez, Black por su parte no tenía necesidad de trabajar, pero de todas maneras, había logrado ser un auror reconocido, trabajando de vez en cuando para el Ministerio de magia y hechicería.

31 de octubre 1984

Sirius espero a Remus a la salida de la librería, le dio un cariñoso saludo mientras el licántropo se sonrojaba, a lo lejos Antonie los miro divertido. Se despidieron del francés agitando sus manos y juntos se fueron en búsqueda de Harry.

Cuando el chiquillo los vio en la entrada de su guardería dio un par de gritos y salió en su búsqueda, con cariño se abalanzo sobre Remus, ya que el castaño rara vez lo iba a buscar, su misión más bien consistía en pasar a dejarlos por la mañana.

Levantó al chico entre sus brazos y mientras removía sus cabellos azabaches le preguntaba que tal había estado su día, haciendo que Harry le contara con lujo de detalles que comían algunos animales para luego comenzar a cantarle una alegre canción.

Un par de risas le hicieron perder la concentración de la amena charla con el pequeño, al levantar la vista se encontró con Sirius sonriendo de forma seductora a la al parecer "nueva maestra" de Harry, pues nunca había visto a aquella mujer, de largos cabellos oscuros, envidiable figura y una más que hermosa sonrisa. Black le devolvía los halagos, pero lo que rebalsó el vaso fue cuando de forma descarada Sirius la envolvió en un abrazo y Remus no podía dar crédito, cuando la chica prácticamente se comenzó a frotar sobre su novio, mientras su generoso escote dejaba mucho más a la vista, no pasó desapercibido para Lupin cuando Sirius miró los senos de aquella mujer más de algunos segundos, al parecer le habían gustado. Bufó molesto y a grandes zancadas estuvo al lado de ese perro sarnoso.

La nueva maestra se presentó más por cortesía que por que estuviera realmente interesada en que el castaño supiera de su existencia, pues rápidamente siguió la charla con Sirius. Remus se enojó aún más, mostrando su acostumbraba sonrisa fingida y respondiendo con un par de comentarios irónicos, pero Sirius al parecer ese día había amanecido más lento de lo acostumbrado pues no se dio ni por enterado de lo que estaba pasando por la cabeza del castaño.

Se despidieron y emprendieron viaje al valle de Godric, ese año se cumplían tres años desde la muerte de James y Lily, así que junto a Harry los fueron a visitar. El pequeño corría entre las tumbas para luego pararse frente a la de sus padres y como costumbre, comenzaba a relatarle con lujo de detalles todo lo que había pasado en su vida los últimos días.

Remus lo miraba atento, aunque en su cabeza estaban pasando millones de pensamientos a la vez, cuando necesitaba a su pelirroja para que le ayudara a aclarar su mente, nunca olvidaría los lindos ojos de su amiga y con el brillo que lo miraban cuando éste le contaba alguno de sus avances con Sirius. Dio un respingo al sentir una mano en la cintura, pero no le tomó importancia, es más, se alejó dando un par de pasos para agacharse junto a Harry y ser parte de su conversación, Black no le tomó importancia, aunque no negaba que notaba un poco extraño a su novio, aunque se convenció que sólo eran imaginaciones suyas.

Como si fuera nuestro hijo (Wolfstar y Drarry) Where stories live. Discover now