ㅈ-2

242 31 0
                                    

Aquí estoy, al final no pude dormir bien, supongo que pensé demasiado. Pensé en que quizá debo probar una vez más, no pierdo nada, porque ya perdí lo más importante y valioso para mí. Estoy cansado de tener lástima de mí mismo y hacer que mis amigos estén al pendiente de mi tanto que descuiden sus propias vidas, así que lo voy a intentar, una prueba de ensayo y error. Mi mente me está matando, es un lugar oscuro y no lo puedo asimilar correctamente, me dejé vencer por ella durante meses, si puedo ver un poco de luz me mantendré aferrado a cualquier cosa.

-Buenas tardes. Tengo una cita con la Doctora Boyle. ¿Qué debo hacer? - Estaba un poco perdido así que decidí preguntar en ventanilla, no podía negar que tenía mis dudas, mi ansiedad me ponía nervioso, he empezado a odiar ir a otros lugares fuera de mi casa y el taller, estar aquí me hace sentir fuera del lugar, pero debe ser una prueba fehaciente de que quiero intentar algo con mi gastada e interrumpida vida.

-Su nombre y número de cédula por favor. -dice la secretaria, sacándome de mis cavilaciones silenciosas.

-Jeon Jungkook. - digo y luego le dicté mi número de cédula. La cita estaba agendada para las tres de la tarde, y faltaba cuarto de hora para eso. Quería llegar lo más pronto posible, así quizá pueda acabar un poco con esta duda en mi mente.

-Claro, señor Jeon, la doctora Boyle le atenderá en la sala siete. Siga por el pasillo de la derecha y ahí encontrará los números en las puertas. Está cerca, así que será fácil de encontrar. La doctora llamará por su nombre cuando sea su turno.

-Muchas gracias. - seguí las indicaciones hasta encontrar la sala. No puedo creer que de verdad esté haciendo esto. No pude ver a mucha gente, había personas que parecían incluso en peor estado que él mío y me sentí culpable por eso, me hizo pensar que existen mayores problemas que el mío. No sé desde cuando me volví tan pesimista. -Volví a suspirar-, claro que lo sabía. Debería dejar de mentirme. Sería un buen comienzo. No sé cuánto tiempo estuve meditando a cerca de esto, escapar quizá era una idea bastante tentadora, aún tenía la oportunidad que salirme con la mía, pero algo me forzaba a no ser un imbécil, a pararme frente aquella puerta café y a no huir más.

- ¿Señor Jeon? -me llamaron, levanté el cabeza un poco turbado, al ser sacado de mis pensamientos, era mi turno. La Doctora era una señora de unos 30 o 35, tenía un aspecto de ser una mujer seria. -Tome asiento señor Jeon. Soy la doctora Boyle, pero puedes llamarme Amy. Tengo un título en neurología y psicología, así que estoy muy bien capacitada para entender cualquier problema. Antes de comenzar quiero decirle que todo esto quedará entre nosotros y puedes confiar, estoy aquí para ayudarle en lo que sea.

Ella parecía bastante amable y yo me sentí mal al saber que otra persona quizá gasté su tiempo en mí. Maldita palabra. Mi ansiedad empieza a consumirme con su mirada evaluadora, no quiero verme como un desastre casi irreparable, pero es lo que soy en este momento.

- Sé que iniciar esto debe ser un proceso duro para usted, pero debe entender que cualquier problema que usted tenga es importante, así que, para comenzar, jamás piense que es menos importante que otros. Nos tomará tiempo, y tal vez existan tropiezos e intentos de abandono a medio camino, pero esto solo depende de usted, habrá personas que le ayudaremos a llegar a la meta, siempre y cuando sea usted el que quiera llegar a ella.

Entonces las sesiones comenzaron, dos veces por semana, yo iba por compromiso, mi hermano y mis amigos parecían estar muy pendientes de que fuera. Se iban cumpliendo dos semanas, pero seguía aquí mismo, en el mismo sitio, en la misma oscuridad, sabía que el problema era yo, no quería colaborar, mi psicóloga siempre decía que debía abrirme sin miedo, pero no quería recordar, ella intentaba no presionarme, pero me sentía cansado de mí mismo, no quiero recordar, recordar dolía, joder, dolía tanto. Tenía miedo de volver a revivir todo ese dolor. El miedo a veces hace que nos detengamos, que no vivamos, que seamos cáscaras vacías. Que nos resguardemos en ese lugar lleno de confort, el cual no queremos dejar atrás pensando que es lo mejor, no afrontar la realidad. Nos mantiene ciegos.



Era jueves cuando fui a mi cita con Amy. Otro día perdido. Decía mi mente, algo en mi quería desistir, pero, aun así, me encaminé a tiempo a la clínica.

-Sé que he intentado no presionar y dejar que avances por ti mismo, pero es momento de hacerlo Jungkook, debes hablar. Habla conmigo, confía un poco en mí. Si no lo haces, todo este esfuerzo será en vano. ¿Quieres eso?

No, no quiero. No quiero seguir en esto, no quiero que nadie más este pendiente de mí, no quiero que sigan viéndome de esta manera. No quiero seguir así...

- Hablar de eso es recordar y no sé si quiera hacerlo. - Respondo con vergüenza, deseando ser una persona más fuerte y poder decirlo, contarlo todo sin miedo al horrible dolor que resguardo en mi conciencia para que no salga a lastimarme más de lo que una vez ya lo hizo.

-Es necesario hablar de ello, de lo que sientes, de todo, de cualquier cosa que quieras, pero cuéntame, así puedo empezar a entenderte. - Su mirada es compresiva y sincera, hace que algo en mi interior se remueva inesperadamente.

Suspiré rendido. Supongo que no hay otra solución, debía dejar de aferrarme a mi sitio seguro, en donde mantenía mis recuerdos dolorosos guardados profundamente, aunque solían atacarme con frecuencia.

- ¿Desde donde debería empezar? - cerré los ojos y viajé profundo en mi mente, donde guardaba todos aquellos momentos, buenos y malos, que a pesar de los meses seguían ahí, en una caja abierta a la cual podía acceder con facilidad y lo hacía constantemente. Pero sentía que decirlo en voz alta dolería. Me dije que no debería ser tan cobarde, sólo es pasado. Llevé mi mano a mi pecho, donde estaba mi corazón, sentí una horrenda sensación, no quería entrar en pánico, respiré profundo. Esto es necesario. Maldición, maldición, maldición.

Entonces ella dijo:

-Desde el inicio, señor Jeon, incluso si duele...el inicio es un buen momento para empezar.

El inicio, correcto, eso es mucho tiempo atrás.

NANKURUNAISA Where stories live. Discover now