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El dia de las compras navideñas llegó, el dia mas feliz y atareado de theo. Trabajar en un almacén no era tan malo, eso creía, eso mostraba cada día luego de clases o entrenamientos, malabares por aquí, malabares por allá el castaño de ojos verdosos estaba completamente decidido a salir temprano ese día, incluso había hecho horas extra para adelantar el trabajo y asegurarse de que ese día sería libre ya que quería realizar sus compras de la manera más adecuada y con tiempo posible, era uno de esos días fríos de diciembre, tenía un poco de tiempo de sobra pero quería tener más ya que en general era malo decidiendo.

Rió para sus adentros al pensar en las fechas y el trabajo, en realidad tampoco podía decirle trabajo ya que Derek era el dueño, tenía más empleados y sólo les enseñaba administración.

"Ustedes deberían cuidar el negocio si llego a estar ausente por cualquier razón"

Tampoco era que Derek necesitara dinero, solo había puesto ese negocio para dar trabajos a chicos sin hogar y a otros tantos con casa pero pocas oportunidades y motivaciones, entre esas personas Theo. Para muchos una labor noble, para Tracy y Cora algo necesario sin embargo para el joven Raeken siempre había sido completamente diferente, no sólo se trató de una oportunidad de un mejor futuro si no tambien la de tener una imagen paterna confiable. Desde que inició el trabajo siempre le había gustado acomodar las cajas en los anaqueles, recibir la mercancia nueva cada fin de semana aunque tuviera que despertar temprano los sabados y algunos domingos, abrir cada paquete era como tener miles de regalos iguales que esperar. Quizás esa era la razón de su mayor conflicto con Cora. No podía entender porque el veía siempre el lado amable de las cosas aunque era un tema ya no tocado en esos días.

- ¿Que harás más tarde? - la pregunta de Tracy se respondía sola cada año pues ella le ayudaba a organizar la lista debido a los tiempos

- Intentaré dominar el mundo antes de media noche - Theo respondió con gracia levantando un par de latas de pintura y pasando una por una para que su amiga pudiera colocarlas en fila, agradecía que esa fuera su última labor del día, solo debería checar la tarjeta cambiarse de ropa y podría correr al centro de la ciudad a visitar cada tienda para comprar los regalos de sus familiares y sus amigas, justo estaba pasando la última lata cuando la fuerte mano de Derek se encontró apretando su hombro provocándole una risa suave.

- Viejo... tienes mucha tensión para tu edad - Bromeó con una sonrisa que no alcanzaba a mostrar sus dientes, Derek siempre fue así, positivo, divertido y firme, solo cuando debía serlo, nunca había medias tintas con el. Tracy bajó de la escalera la dobló se puso a la par de su amigo mirando a Derek antes de que este pudiera responder.

- El trabajo es muy cansado - La voz de Theo soltó casi con naturalidad terminando en otra risa. - ¿Necesitará algo más señor Hale? - Raeken preguntó a sabiendas de que esa forma de hablar no le causaba ni la más mínima pizca de gracia al muchacho mayor solo por algunos años que el.

- Ya te había dicho que no es necesario hablarme de "usted" - Aseguró formando comillas con los dedos y poco después introdujo la mano en el bolsillo trasero del lado izquierdo del pantalón para tomar un par de sobres amarillos cerrados perfectamente. Extendió ambos hacía los jóvenes y cuando estos los tomaron y pudo retirar la mano volvió a su posición firme. - ¿Terminaron el inventario? -

Tracy sacó la lista del delantal que traía puesto, comparó sus resultados con los de Theo rapidamente y al estar ambos de acuerdo entregaron la lista al mayor.

- No se que sería de mi sin su ayuda - La voz de Derek cargaba un poco de gracia, sus brazos rodearon a Tracy y luego a Theo como cada año o realmente como cada vez que alguno quería hacerlo. Un relación cordial entre ellos, que más podía pedir Theo de Derek? No solo era como un padre ni un hermano mayor si no también como el mejor amigo que nunca tuvo y aquel al que podía recurrir cuando había algún problema o si cualquier cosa aparecía en su cabeza podía ir y contarle sin miedo a ser juzgado. Incluso a el le debía el como se vestía, una expresión enorme del aprecio que Theo tenía por Derek.

Sonrisa (Thiam) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora