Día 31. Sin experiencia.

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Inhábiles y totalmente nerviosos fueron deshaciéndose de sus ropas, hasta quedar desnudos de la cintura hacia arriba. Continuaron el beso ahora amaestrado, sus lenguas provocaban en el espacio chasquidos húmedos y en ellos un tremendo placer. Se sentía tan bien estar de esa forma, ambos uniéndose. 

Aunque siendo unos totales novatos. 

—A-Aaaah~— El menor no sabía lo que hacía, sólo se dejaba cegar por el enorme placer que sentía, mientras el mayor repartía húmedos y calientes besos en su cuello, él se aferraba a sus hombros, intentando hallar dentro suyo alguna clase de explicación para esos sentimientos tan prohibidos pero tan extasiantes. —F-Fred~!

—Estás tan caliente...— Murmuró mientras acariciaba la intimidad del menor por encima de sus pantalones. Él nunca se había masturbado. Sólo tenía erecciones cuando se trataba de Freddy, pero nunca pensó en tocarse. Sólo esperaba que la erección bajara para poder aliviar su dolor. 

Pero ahora aliviaría su erección de otra forma. 

Sin hacer otro sonido, Fred bajó los besos hasta el pecho de Freddy, donde se encontró con un par de botoncitos rosados erectos. No entendía bien porqué sus pezones yacían así, pero se imaginaba que dolía, así que para aliviar el dolor del pequeño, comenzó a lamerlos, uno por uno, mientras el menor alborotaba su cabello y gemía con sus ojos cerrados, inseguro de sus propios movimientos.

—A-Aaaah~ F-Fred~ T- Tú lengua se siente extraña~— Gemía el menor mientras acariciaba su propio miembro por encima de sus jeans. Apretaba, dolía, pero no era un dolor tortuoso, era el tipo de dolor que le provocaba una corriente eléctrica en su columna. Se sentía gracioso. Como si fuese a desmayarse. 

Sin hablar, siguiendo un húmedo camino de besos desde el abdomen hasta el vientre bajo, llegó al inicio de los jeans Levi's, donde sin importarle mucho los retiró. Al ver el pequeño pero tierno miembro del menor, sus mejillas se sonrojaron. 

Joder, tenían lo mismo entre las piernas y ver el de otro le daba vergüenza. Este Fred sí que es inocente.

—E-Eh...— Sin saber bien qué debía de hacer y, ahora envuelto en los nervios, se lo llevó a la boca con algo de bochorno. El menor, por otra parte, gemía dulce e incontrolablemente, la sensación de la lengua del mayor recorriendo su miembro le estremecía. Alborotó los cabellos oscuros del mayor mientra disfrutaba la sensación de éxtasis.

Pasaron unos largos 8 minutos en los que el menor gemía y el mayor le complacía, a pesar de sentirse tan raro con su entorno. Entonces, cuando el menor sintió un fuerte cosquilleo en su estómago, atrajo al fondo al mayor, clavando su miembro entero en su boca.

Ahí, en medio de su primer orgasmo, liberó su esencia en la boca de su mayor, quien en realidad no tuvo más opción que aceptarlo todo.

Al separarse, Fred se tomó un par de minutos para analizar aquello. El sabor no era asqueroso, muy contrario a lo que pensaba. En realidad era salado y algo amargo, pero no era tan desagradable.

Con algo de dificultad se tragó lo que pudo y se puso de pie. A penas tuvo tiempo de reaccionar cuando el menor le empujó hasta la cama, le retiró los pantalones y repetió las acciones del mayor. 

—¡F-Freddy, e-espe-! A-Aaah~!— Arqueó la espalda al sentir tal placer, la lengua cálida del más joven recorría su despierto y necesitado miembro. No encontraba palabras para describir aquello, era apoteósico. Como si repentinamente hubiese encontrado en el fondo de su ser a una bestia deseosa de placer y lujuria, desgarrando su interior.

—Oh, por el diablo y todos sus demonios...— Fred empujó con su mano la cabeza del menor, obligándole a tragar todo tal y como él había hecho. Su miembro no era muy grande, pero al Freddy ser todavía muy inexperto, al sentir el miembro del mayor hasta la úvula, sintió incontrolables arcadas.

30 Days of OTP |Frededdy|Where stories live. Discover now