Rusia/Iván 🇷🇺

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~Amor sobre la pista de hielo~

-¿Dónde se metió ese idiota?- -exclamo la chica de cabellos c/c y ojos c/o. Ahora estaba buscando a un chico de cabellos rubios, ojos azules y con una personalidad infantil. Se supone que sólo lo estaba acompañando para darle ánimos y ahora, ¡la había dejado a su suerte!. -Lo voy a ahorcar -dijo entre dientes.

Escucho una melodía que provenía de una sala, una melodía hermosa. Música clásica, tal vez. Camino hasta donde provenía la música pues pensó que tal vez ahí estaba ese idiota. Al abrir la puerta no encontró a quien buscaba; pero si encontró a alguien más: un chico de cabellos rubios cenizo y de ojos violetas. Vestía un traje negro que le permitía patinar, sus patines eran del mismo color. Se veía muy concentrado en lo que hacía.

La chica no pudo evitar mirarlo; sus movimientos estaban perfectamente sincronizados y eran sutiles, al igual que una hoja que cae en otoño. Se veía la pasión en él, como si el patinaje artístico estuviera en sus venas. La música quedaba perfectamente con sus movimientos.

«Dios, quisiera verlo patinar para siempre...», pensó ella mientras soltaba un suspiro.

La música paró y él también. Se quedó ahí, quieto, tomando aire.
Por otro lado, ella no le quitaba la mirada, se había impresionado mucho, la había hipnotizado.

Y de pronto, él se giró y la vio.

«Oh mierda...», se sonrojo y como un reflejo de su cuerpo, se cubrió la cara con su bolsa de mano, dio media vuelta y empezó a caminar pero no pudo salir.

-¿Sabes patinar?-preguntó el rubio.
Ella sólo se quedó quieta, se giró pero sin quitar su bolsa de la cara.

-No...-dijo ella.

Escucho como se acercaba a causa del sonido del hielo, luego no escucho nada.

«Bien, se fue...». Dio media vuelta y dio un paso pero fue detenida. Una mano grande y fría la tomo del hombro.

«Oh mierda X2».

Se giró pero sin quitar la bolsa de su cara, otra vez.

-No estaba espiando ni nada, sólo pasaba por aquí y...-.

-Quita eso de tu cara -su voz era suave pero masculina. Sin saber exactamente como, la bolsa poco a poco fue bajando hasta descubrir su rostro un poco sonrojado. Lo vio fijamente: sus ojos violetas brillaban, su piel era pálida, su cabello era lasio, y sus labios eran finos de un color rosa pálido.

«Quiero besarlo... ¡¿Qué estás pensando T/A?!».

-Así te ves mucho más bonita -le sonrió el desconocido. Su sonrisa era leve y tierna. Aquel comentario hizo que se sonrojara más. -Te enseñaré a patinar -.

-No -dio un paso hacia atrás -No es necesario, además está ocupado y yo no tengo patines así que...-hablo rápidamente.

-Si es necesario, no estoy ocupado y allá -señalo un armario -Hay patines, así que no hay inconvenientes -sonrió el contrario.

La chica suspiró -Esta bien...-a regañadientes fue por unos.

Luego de que los dos se pusieran los patines él le ayudó a entrar en la pista.

-No estés nerviosa -hablo él con tranquilidad -Yo te estaré sosteniendo para que no te caigas -. Ella sólo asistió.

Poco a poco fue recorriendo la pista con aquel joven que estaba sosteniéndola de la cintura y de  uno de sus brazos —exactamente de la muñeca—.

«Esto es genial, más genial que patinar en el asfalto». Sonrió ampliamente, ahora sabía lo que el sentía, o al menos una parte, pues él tenía mucha más pasión que ella. De pronto se giró hacia él, su sorpresa fue que el rubio estaba a unos centímetros atrás de ella, el cual le sonreía y en cierta parte, con su mirada, le daba tranquilidad.
Por unos instantes estuvo en total equilibrio hasta que tuvo que dar vuelta. Cayó al hielo pero no se arrepentía de nada y en vez de quejarse rió bajo. Rápidamente el joven se acercó a ella.

-¿Estas bien?-preguntó rápidamente y ayudándola a levantarse.

-Si, lo estoy -lo miro a los ojos y le sonrió ampliamente -Gracias por enseñarme a patinar, pero...-miro el reloj que tenía en su muñeca -Me tengo que ir-.

-Esta bien -asintió él -Fue un gusto patinar contigo -le sonrió y sin esperarlo, el ojivioleta beso su mejilla -Espero poder hacerlo otros vez señorita...-.

-T/N T/A, creo que se me pasó presentarme -rió nerviosa.

-A mi también -tomo su mano, y la acercó a sus labios para luego depositar un beso es esta -Soy Iván Braginsky. Fue un placer conocerla -le regaló otra sonrisa.

-El placer fue mío -le regreso el gesto. Luego de salir de la pista y ponerse nuevamente sus zapatos camino a la salida -Hasta luego -dijo sin más, pero antes de salir, Iván dijo algo que ella recordaría.

-Adiós...printsessa-. Con esas simples palabras su corazón se aceleró. Salió de la habitación y así como llego ahí, nuevamente empezó a buscar a su amigo.

-Espero encontrar a Alfred pronto -susurro ella.

Ahora ya no estaba tan molesta por no encontrarlo. Estaba feliz y con el corazón latiendo rápidamente. Pensó que acompañar a su amigo a un concurso de patinaje artístico en Rusia iba a ser aburrió. Fue todo lo contrario.

-Espero volver a patinar pronto con él...-sonrió ampliamente y siguió buscando a su amigo.

Por otro lado, en la pista de patinaje, un rubio sonreía ampliamente.

-Espero seguir viendo la y confesarle mi amor -sonrió. Tal vez era rápido para la palabra "amor" pero no se podía negar que los dos se enamoraron a primera vista -Mañana, printsessa, te encontraré y patinaremos juntos-.

Hetalia One-shots (Reader x Hetalia)Where stories live. Discover now