Hetalia One-shots (Reader x Hetalia)

2pRomano/Flavio🇮🇹

~"Se libre"~

Te advirtieron muchas veces que te alejarás de ellos,de esos gemelos. Te lo decían por tu bien pero no hiciste caso;uno de ellos había logrado atraparte:te había seducido,te había cautivado y ganado tu confianza y ahora el pensaba que con eso le ibas a pertenecer. El otro también te había atrapado pero por dos simples cosas:su personalidad y sus ojos.

Y ahora,estabas amarrada a una silla,siendo amenaza por un arma: cuando quisiste alejarte de ellos sólo te mantuvieron secuestrada, sin ningún contacto con alguien más,llevándote lejos de tú país de origen,haciéndote elegir hasta que una de ellos:Luciano Vargas perdió la paciencia.

Morir o quedarte con él por el resto de tu vida.
Y no ibas a dejar tu libertad sólo por un capricho del jefes de la mafia italiana.

Si,ibas a morir pero preferirías eso antes que nada.

-Tu lo quisiste hací,bella -preparo el arma y acercó esta a tu cráneo -Pudiste tener todo lo que quisieras pero no...-te miro con una sonrisa de malicia,parecía que disfrutaba el verte asustada -AddioT/N...-cerraste los ojos,era tu fin o eso creiste pues escuchaste que algo se había caído. Abriste los ojos,Luciano estaba en el suelo,"dormido" y frente a ti esta el hombre el cual simplemente te atrapó con sus ojos violetas:Flavio Vargas. Tal parecía que había sedado a su hermano.
El rubio se acercó a ti y te inspeccionó por completo.

-Gracias al cielo que estás bien -dijo el rubio aún asegurándose que no tuvieras alguna era grave o tan siquiera un rasguño.

-Flavio...-.

-Esta noche te irás de Italia a T/P -dijo él desamarrando te de la silla -Además una estilista de confianza te cambiará un poco tú imagen-.

-Flavio -hablaste más alto,lo que hizo que te mirara -¿Por qué tú...?- no te dejo seguir pues te callo con un beso tierno. Al separarse simplemente te sonrió.

-Se libre -acaricio tu rostro sin dejar de sonreír te -Vive libre,feliz y por favor no vuelvas a...-.

-Italia,ya lo sé -lo interrumpiste.

-No vuelvas a aparecer te en mi vida-.

Aquello te dejo sin palabras y ya no pudiste decir nada pues unos hombres te tomaron de los brazos y te escoltaban a la salida.

-¡Flavio!-el nombrado te miro ante de que salieras de la habitación donde te habían mantenido cautiva tres meses -Gracias...-dijiste con unas lágrimas en los ojos,el italiano asintió y te regalo una última sonrisa. Le dolía el que te fueras para siempre,pero le dolía más el pensar que tu podrías haber muerto.

Fuiste llevada al aeropuerto luego de tu cambio de imagen,los que te escoltaban,más bien todos los secuaces de la familia Vargas estaban bien pagados y amenazados por Flavio:si uno decía la verdad de tu escape sufrían mucho,cualquier tortura imaginable o inimaginable podría ser su castigo.

Mientras tanto Luciano miraba las fotos de "tu cadáver" y del que supuestamente te había ayudado a escapar.

-¿Por qué le arruinaste la cara con ácido antes de matarla?-preguntó sorprendido.

-Si no lo hacía no podría haberlo hecho -contesto como si nada su hermano.

Luciano trago saliva;si bien su hermano era un poco más tranquilo que él,podía ser igual de sádico si hací lo quería o necesitaba como era este caso:vertir ácido en el rostro de T/N y luego cortarle la cabeza,y para él que le ayudó -o trató- simplemente las balas atravesaron todo su cuerpo.

-Bueno,supongo que todo acabo -suspiro hondo,en verdad le hubiera encantado tenerla con él pero si no era de él no sería de alguien más -A buscar a alguien más-.

Su hermano no dijo nada sólo se quedó callado.
A la noche,estaba en el balcón de su habitación contemplando el cielo tapizado de estrellas y la luna,la única testigo de los crímenes que cometió.

-Lo bueno que se tragó ese cuento -susurro aliviado. Ya había tenido todo planeado:el remplazo de T/N, su supuesto ayudante. Todo y si le funcionó -A estas horas ya debes de estar con tu familia,tranquila,sin el riesgo de que mi hermano te haga algo -sonrió amargamente.

La amaba,la amaba demasiado como para dejar que ella sufriera: estando con su hermano ó con él ella no estaría feliz. T/N amaba su libertad y él lo sabía,por eso la dejo ir. La amaba más que su propia felicidad.