Capitulo 6. Olelo Ho'Opa'I Make

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Hace años...

Tree Army Medical

Parecía una guardia tranquila, hasta los momentos solo un hombre con una fractura en la pierna lo había hecho levantar del escritorio donde tan concentrado leía sobre una cardiopatía. Hasta que aquella calma fue interrumpida pues por las puertas de la emergencia venia entrando un grupo de paramédicos y a su lado un hombre vestido de negro, con chaleco antibalas y guantes en las manos; pero aquello no era lo importante sino a quienes ellos traían. Enseguida se levantó de su silla y se dirigió a donde estaban los paramédicos.

—A Trauma Shock ¡ya! –dijo impresionado.

Y es que la mujer que traían parecía estarse desangrando; todo su cuerpo estaba cubierto de sangre, su rostro el cual estaba muy pálido pues ya había sido intuba endotraqueal, sorprendió a Sam, aun cuando durante años había visto cosas peores. Al examinarla a simple vista sabía que su estado era crítico.

—Debe esperar afuera comandante McGarrett –Dijo una enfermeras cuando Steve trataba de entrar a la sala junto a Diane.

Rápidamente en sala de trauma trasladaron a Diane de la camilla de los paramédicos a una de las camillas de la cama, allí le quitaron la ropa y enseguida el doctor vio porque su cuerpo estaba bañado en sangre, y es que tenía un par de heridas en el abdomen y además tenía hematomas que empezaban a tomar un color morado, su piel pálida delataba toda aquella tortura por la que había pasado.

—Paciente 38 años, es Policía de la unidad especial Five-0 Teniente Comandante Diane Brighton –explica una de las enfermeras que venía en la ambulancia junto a los paramédicos–, según el reporte de su jefe tenía 24 horas secuestrada; no tiene pulso y sus signos vitales son inconstante, presión baja al comienzo después alta, lo que indica que podría entrar en paro en cualquier momento. Tiene signos de torturas y un disparo en el área izquierda del pulmón. Se decide intubar pues dejo de respirar hace 20 minutos...

—Dios mío –dice Sam quien revisa las pupilas de Diane. De pronto el sonido del monitor de signos se dispara y este suena en una constante alarma–. Está entrando en paro, ¡desfibrilador! –pidió y enseguida la enfermera trajo el carro de paro. Vamos Diane, tu puedes, llegaste aquí casi viva, no vas a irte ahora...

Después de un rato, lograron estabilizar sus signos vitales y desde entonces, Sam no se había apartado de ella.

—No creo que sea conveniente intervenirla en las próximas horas –dice David el otro médico de emergencia–, sus signos vitales son muy inconstantes y una cirugía de esa magnitud podría dejarla en el quirófano.

— ¿Y qué sugieres que hagamos David? ¿Dejarla con la bala en el cuerpo? Hay dos tomografías cada una con 15 minutos de diferencia y en cada una muestra que la bala se sigue moviendo, de ser así podría perforar un pulmón, ya hay un fisura, pues sino no hubiese tenido un paro respiratorio hace unos minutos.

—Ok Sam, es obvio que no... En primer lugar creo que debes relajarte ¿de acuerdo? Y en segunda es mi opinión como cardiólogo. Si primero tuvo un paro respiratorio y luego uno cardiaco es posible que en la cirugía no soporte otro de alguno de los dos. Y si te das cuenta, esta mujer está muriendo, así que todo lo que debe hacerse, debe ser con cautela.

—Lo se David, lo sé, pero sabes que un momento así solo debemos tomar una decisión.

Y ciertamente así fue, la decisión de la cirugía fue un hecho, afortunadamente Diane había sobrevivido a ella, fue difícil pero lo logro. Sin embargo la respuesta no era muy favorable, por lo que Diane aun no normalizaba sus signos vitales y su ritmo cardiaco parecía empeorar, todo daba a entender que en cualquier momento podría morir.

Hawaii Five-0Where stories live. Discover now