Capitulo 30. Ka manao

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6 meses después...

—Diane ¿Por qué si Chin y Steve van detrás del sospechoso tu decidiste dejarme aquí con la victima e irte tras él? ¡Gracias! —dijo Danny a través del comunicador.

—¿Quién te dijo que voy detrás del sospechoso? Voy detrás de Steve, juro que cuando lo alcance le voy a sacar la mitad de tu hígado y te lo devolveré, lo juro —contestó Diane mientras corría.

—Ok, no diré que no a eso. Me gusta la idea...

Mientras Steve corría detrás del sospechoso, y cada vez estaba más cerca de atraparlo, así como Diane de Steve, Chin intentaba tomarles el ritmo, pero de pronto la persecución paso de ser en las calles, a ser en lo mas alto de los edificios residenciales de Oahu. Steve sin pensarlo saltaba cada techo y cada baranda que podía, Diane sin siquiera darse cuenta lo había estado haciendo de tal manera que un momento el sospechoso salto desde la terraza de un edificio, hacia la terraza de otro edificio mucho mas bajo, y así como saltó Steve, saltó ella.

El sospechoso logro seguir corriendo, pero Steve al caer se había golpeado de tal manera que se abrió una herida en el pecho. Diane quien al igual que Steve callo un poco mal pudo recomponerse más rápido y fue hasta el para ayudarle.

—Ay no, no no... —decía ella mirando como la sangre se hacía en su camisa clara y Steve comenzaba a quejarse.

Diane.

Unas horas antes...

Yo creía que nada superaría a ese momento en que Steve y yo decidimos estar juntos y reconstruir lo que un día tuvimos, pero luego llegaron estos seis meses de su reposo y fueron muchísimo mejor.

Obviamente tuvimos que hablar de eso que tanto miedo me daba y para mi sorpresa Danny tenía razón, no es como que Steve le emocionó demasiado saber que envié por unos días a su madre a un calabozo en el FBI en Texas, pero al menos entendió mi punto; claramente le especifique que su madre ahora estaba libre pero que no dejaría de ser buscada por el FBI, lo que le gustó mucho menos, pero de nuevo entendió que aquello se salía completamente de sus manos y mis manos. S que internamente se preocupa por ella y por saber dónde está, así que unos días después le dije que Catherine era quien la monitoreaba y que a ella podía preguntarle por Doris (teniendo en cuenta que Doris quiera ser encontrada); una vez pudo comunicarse con Catherine pude notar que algo se relajó ligeramente en él, y fue entonces cuando comenzamos a disfrutar de este tiempo.

Su régimen de recuperación era bastante estricto, por lo que al principio fue bastante rudo tener que obligarle a estar en cama. Con los días ya podía hacer ciertas cosas y fue cuando decidí yo también darme de baja temporal de Five-0 para estar a su lado, y empecé a hacer otras actividades; algunas solas y otras con su compañía. Algunas de ellas estaba visitar algunos lugares que yo no conocía de Hawaii y que Steve disfrutaba mostrarme (siempre y cuando no fuese senderismo o la jungla) y otras en las que me gustó enfocarme como era hacer un bonito jardín en su casa (desde esa vez que leí el libro de compostaje me enamore de la jardinería) y aquella fundación que había creado la psicóloga que conocí en Los Ángeles y que se desarrollaba donde un día estuvo mi casa, de hecho, una de ellas estaba dando frutos, tanto que estaba gritando de la emoción.

—¡Hey ¿Qué sucede? ¿todo bien?! —llego Steve corriendo al jardín.

—¡Mis Gardenias! ¡Florecieron mis gardenias! —decía Diane emocionada y Steve rio. Se había asustado. —¡Aaaah!

Y esta vez de la emoción abrazó a Steve y luego le dio un beso.

—Empezaba a creer que no era tan buena en esto.

—Era cuestión de tiempo, te lo dije. Ahora mira, hay un bonito jardín en mi casa. Empiezo a creer que fue buena idea darte alojo aquí —dijo Steve divertido.

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora