Amo todo de tí

Capítulo 36 : Error favorito.

Un error...

¿Fue realmente un error?

Recordé al instante nuestros cuerpos pegados con la respiración acelerada en el auto.

Obviamente no es un error porque quisiera repetirlo. Quisiera repetir ese momento en formas diferentes.

Pero algo que si no estoy segura son los sentimientos que se suponen que no debo sentir hacía Mike pero que por supuesto estoy empezando a sentir.

Me complico mucho la vida. Solo acepta los sentimientos y asunto arreglado Kate.

¿Y si hace lo mismo que Jack?

No, ya viste que él es diferente a Jack. Lo sabes bien pero no quieres admitirlo.

Esto de hablar conmigo misma es un poco raro...

Sacudo mi cabeza para aclarar mi mente mejor y me levanto de la cama para verme en el espejo.

Tenía ojeras por no dormir... genial. A algunas chicas se le ven bien las ojeras pero yo... definitivamente que no. Parezco un zombie del pantano.

No pude dormir por pensar en lo que pasó ayer y de la razón de porqué le dije esas cosas a Mike.

Y para ser honesta... no logré obtener las respuestas que quería. Solo que soy una estupida y debería de decir lo que siento.

Me lavé la cara esperando que logre refrescarme y escucho mi teléfono vibrar.

Cierto, hoy tenía que ver a Jane porque me quería hablar de algo. Después de tanto tiempo sin hablarme quiere verme. Bueno... supongo que así son las amistades hoy en día.

Me encogí de hombros y me fui a vestir.

Ya que me iba a encontrar con ella podré contarle lo de Jack. Mi sangre empezó a hervir con tan solo pensar en él.

Pero no me debería de importarme él o su engaño.

Antes de encontrarme con Jane decidí ir a la farmacia antes de que sea demasiado tarde. Puede que fue mi primera vez pero se lo que se tiene que hacer cuando uno lo hace a lo loco.

No puedo creer que lo hice a lo loco.

Niego con la cabeza entrando a la farmacia. Me pregunto si la próxima vez que tenga sexo será igual. Supongo que no porque es la segunda vez y debería ser completamente diferente. Pero bueno... si el momento llega ya veremos.

Al fin llegó mi turno para hablar con la señora que estaba al otro lado de un vidrio y con muchas opciones detrás de ella. Me miraba con una cara amargada mientras masticaba un chicle como si fuera una cabra.

¿A quién le da ganas de comprar aquí?

- ¿Y? ¿Que se te ofrece muchacha? - me pregunta observándome de pies a cabeza.

- Quiero un... ah... un plan B. - murmuré.

- ¿Un que? - alza la voz mostrándome su oreja.

- Un plan B. - traté de que me escuchara pero parece que no por la mueca que hizo.

- ¡Un plan B! - mi voz sonó tan fuerte que algunas personas voltearon a verme.