Capítulo 31 : Festival.

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Ya era el día del festival y como siempre no sé que ropa ponerme. ¿Que se lleva a un festival de música? Es igual que un concierto ¿no? Pues... debería ponerme algo fresco, será al aire libre y hará mucha calor de seguro.

Me acerqué al armario y saqué una blusa sin mangas de color amarillo. Volteo hacía la cama que esta completamente llena de diferente ropas y me quedo pensando con el dedo indice sobre mi barbilla.

Siempre me preocupa mi atuendo pero esta vez es demasiado. Pienso mientras me veo en el espejo ya vestida. Jeans altos y la blusa sin mangas. Me pongo los zapatos rápidamente y me maquillo.

Habrá mucha gente, ese es el problema. Nunca se sabe con quien me puedo encontrar. Por ejemplo, en el concierto que fui con Jane. Si no me hubiera lucido tan bien no creo que Jack se fijaría en mi.

Al terminar mi maquillaje con un labial sencillo, me cepillé el cabello dejándolo suelto. Pero lo pensé mejor y me lo puse en una coleta. Lo pensé otra vez, y me lo dejé suelto de todos modos. Que indecisa eres Kate. Que molesto...

Bajé las escaleras y me encuentro a Dylan bien arreglado esperando en el sofá chateando.

Me acerqué a él y levanta la vista.

- Hola hermanita, ¿Lista para ir a ver a tu noviesito? - pregunta con una sonrisa burlona.

- Te dije que no lo llames así. ¿Y además... Mike no iría al festival también?

Antes de que Dylan pudiera responder, alguien toca la puerta y sonríe divertido.

- Hablando del diablo. - dice antes de ir a abrir.

Se escucha como se saludan y chocan los puños como buenos amigos. Yo me quedo parada en el salón volteando los ojos. Que irritantes...

- Kate. - dice Mike cuando me volteo.

- Mike. - me burlo.

- También me alegra verte. - me guiña un ojo cuando Dylan se voltea un momento.

Yo aprovecho para sacarle el dedo del medio y paso por su lado saliendo de la casa. Al parecer vamos en el auto de Mike, porque estaba encendido y él me seguía con las llaves en la mano. Y el sonido me recordaba a aquella noche que me llevó a casa después de lo de Teenies. Recordé la conversación que tuvimos y por alguna razón mi corazón dio un salto.

Abrí la puerta trasera del auto pero antes de que se abriera completamente, una mano la cierra de golpe.

- ¡Oye! - reclamé.

- Tu asiento es en el copiloto. - dice dirigiendose a su asiento.

- No quiero sentarme al lado tuyo.

- No mereces sentarte atrás.

Me siento en el asiento del copiloto y lo miro con los ojos entrecerrados colocándome el cinturón.

- Buena chica. - dice arrancando.

- Espera a Dylan. - le recordé.

- No lo iba a dejar. - toca el volante.

De pronto escucho como abren la puerta de atrás.

- Capaz eres de dejarme. - dice Dylan recuperando el aliento.

- ¡Que no te iba a dejar!

- Si, si, claro, solo conduce. - dice Dylan con un movimiento con su mano.

Duramos una hora para llegar al lugar donde era el evento. En todo el viaje Mike y Dylan cantaban canciones de los ochentas a todo dar. Cantaban una de las famosísimas canciones "Careless whisper". Y sin evitarlo, me reí un poco con el acto que daban.

Amo todo de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora