Amo todo de tí

Capitulo 4 : fiesta

Estaba en mi habitación, sentada sobre mi cama.

- Tock, Tock - escucho la voz de Dylan del otro lado de la puerta.

- ¡Pasa! - grité.

- Hola, hola, Traje chocolate. - dice Dylan sosteniendo una caja de chocolate.

- ¿Porque trajiste chocolate? - le pregunté frunciendo el ceño.

- ¿Porque no? - dijo mientras se sienta a lado mío.

- Okey, dame. - dije, agarrando un chocolate.

- Y...dime, ¿que te pasó? - Me preguntó.

- Nada. - le dije.

- Kate...Enserio que te pasó. - insistió.

- Okey, Hay un chico en la escuela que no soporto, y hoy quiso ... - ¡Espera! ¿Como se llama? ¿Como es? ¿Donde vive?
- Me interrumpió.

- Oye Dylan, tranquilo, yo lo manejo. - Le dije.

- Si, y se nota que te va bien. - dijo sarcásticamente.

Mi teléfono comenzó a vibrar.

- ¿Hola?
- ¡Hola! Soy yo, Jane. Quería saber si estas libre mañana.
- Si claro.
- Okey te paso a buscar.

- ¿Quien era? - preguntó Dylan encarnando una ceja.

- Nadie, solo una amiga. - fruncí el ceño.

- ¡Uuuh! ¿Y es guapa? - Preguntó con una cara pervertida.

- No vaz a salir con mi amiga, ni lo pienses. - Le dije robándole un chocolate.

- Como quiera, las chicas aquí son muy feas. - Dijo con una cara burlona.

- Que estupido eres. - entrecerré los ojos.

- El hermano estupido que mas quieres. - le dió un toque a mi nariz.

- ¿Que es lo que quieres? - Le pregunté.

- Nada.

Sabía perfectamente que Dylan quería algo, porque siempre me trae chocolate para convencerme en unirme a sus planes o hacerle un favor. Cuando éramos mas chicos, el me traía golosinas para no decirle a mamá que arrancó sus flores preferidas. Era un niño muy travieso, todavía lo es por cierto.

- Dylan, me trajiste chocolate y haces como si quieres escuchar mis problemas, escúpelo. - le dije con una cara sospechosa.

- Okay, necesito que me cubras mañana por la noche.

Lo sabía.

- ¿Que vas a hacer Dylan? - le pregunté.

- Nada malo, solo por favor no le digas nada a papá, solo dile que fui a comprar leche.

- ¿Que me das a cambio?

- Te traje chocolates ¿Que mas quieres? - preguntó.

Estiré la mano, y hice la típica seña de dinero.