Redención (Sasuke y Tú)

Fiebre

3 años han pasado desde que Sasuke se fue a aquella misión y nos dejo a mi y a Sarada en la aldea.

Sarada con tan solo 5 años de edad a mostrado ser muy inteligente a su corta edad. Es la personita que me hace levantarme con entusiasmo todas las mañanas.

Kakashi la sigue consintiendo demasiado como siempre y por lo mismo Sarada lo adora. Me duele que Sasuke se pierda los primeros años de nuestra pequeña hija pero todo es por su bien aunque yo lo extrañe cada día mas.

Estaba de salida de mi turno de la mañana, Sarada estaría ahora con Kakashi o eso pensaba. Había un escándalo en el parque por donde estaba pasando pero no espere ver a mi hija y a Boruto envueltos en una pelea.

Mi hija estaba pelando y Boruto estaba frente a ella defendiéndola, uno de ellos levanto la mano para propinarle un puñetazo y mi cuerpo actuó solo.

-No te atrevas- Interviene antes de que aquel niño con el doble de edad que mi hija y Boruto los agrediera físicamente.

-¡Mamá!- La voz de mi pequeña se escuchaba temblorosa.

-Es la señora Uchiha- Otro de los amigos del brabucón dijo temeroso por mi presencia.

-Largo antes de que los destroce- Solté su brazo bruscamente y ellos salieron corriendo.

-¿Están bien?- Pregunte aún con la mirada fija en lo chicos que huían

-Sarada tus ojos...- Dijo Boruto sorprendido y me gire a verla al instante.

Sus ojos llenos de lagrimas y... el Sharingan, solo una aspa.

Entre en pánico ¿Qué debería hacer ante este caso? Acune su rostro entre mis manos y limpie sus lagrimas

-Sarada, cariño. Tranquila mamá esta aquí- Le hable dulcemente y la abracé cálidamente.

Si su Sharingan se había activado debía de haber pasado por algo que le hiciera no poder controlar sus emociones tenia que tranquilizarla y hacerla sentir mejor para que volviera a la normalidad.

Me separe un poco de ella para volver a tomar su pequeño y lindo rostro, me sentí mas aliviada pues su Sharingan había desaparecido

-¿Te sientes mejor Cariño?- Pregunte y ella asintió para volver a abrazarme pero no dijo nada.

Ella es así, como su padre. Solo habla cuando es necesario, es muy seria pero es muy inteligente y como su padre solo muestra su lado amoroso con los mas cercanos o de mas confianza.

-¿Estás bien Boruto?- Le dije aun tratando de confortar a mi pequeña. Se veía que Boruto había recibido mas daño que Sarada

-No es nada- Levanto su pulgar con una sonrisa pero al hacer eso se quejo de dolor.

-Te llevare a casa y te curare- Me levante y tome la mano de Sarada junto a la de Boruto

-Talvez también tenga algunas golosinas como recompensa de tu valentía ¿No es así Sarada?- Sarada me miro aun con la mirada triste y asintió. Sacudí la cabellera de ambos y caminamos los tres, tomados de la mano.

Llegamos a nuestra casa y atendí como era debido a Boruto. Cuando termine de atenderlo llame a su casa y Hinata llego por él. Le conté todo lo sucedido y me disculpe por las heridas de su hijo por proteger a Sarada y ella como siempre fue muy amable y dulce con nosotras.

Cuando Hinata y Boruto se marcharon busque a Sarada y la encontré profundamente durmiendo en el sofá, algo muy raro en ella pero lo deje pasar, talvez solo había pasado un día agitado.