12

15 2 0
                                    

Esa noche tuve un sueño con el ser que había enfrentado, no porque fuera alguna especie de ser demoníaco, es que de verdad era bastante feo pero aún así no merecía morir.

Lao me despertó tocando un una flauta. Casi revienta mis oídos, la tocaba tan mal que luego de eso escuchaba un "piiiiii" que resonaba en mis oídos.

Sirvió un desayuno de frutas y una especie de bebida dulce que era producida por un tipo de Abejas enormes que eran nativas de las islas.

—He visto en historietas que muchos héroes entrenan sin comer y hacen entrenamientos exhaustivos de años,  esos mismos héroes comen muy poco. ¿Por qué no me entrenas así? —dije desafiando su autoridad.

—Primero que todo eres un niño y hay que nutrirte, hacer que crezcas saludablemente es fundamental,
Además esos entrenamientos sin comida son solo un mito, cada autor quiere que su héroe sea el mejor y con el entrenamiento más bestial de todos —dijo Lao algo molesto.

Tenía sentido, pensándolo bien. Solo me quedé callado bebiendo del vaso donde se encontraba esa dulce bebida.

Al terminar de comer Lao me llevó al centro del Coliseo. —Hoy será tu primera pelea sería. Vas a entrenar contra mí —dijo esto y se me bajo la sangre a las patas.

Estaba algo nervioso aunque solo asentí con la cabeza y esperaba dar lo mejor de mi.
—Bien ¿que esperas?. ¡Ataca! —dijo Lao en tono desafiante.

Me puse en guardia y corrí hacia él sin pensarlo, aunque me derribo con suma facilidad usando solo su mano. Me sentí como un muñeco de trapo, era algo increíble.

—El arte del Rengotzu es un estilo de lucha  que involucra todo el cuerpo, pero esencialmente las piernas; no solo eso, también energía espiritual, física y diferentes técnicas de otras razas, esto se escucha muy cliché pero usa  técnicas ancestrales de mi pueblo —dijo Lao en tono severo. —Dentro de todo ese  repertorio hay una técnica secreta llamada "viaje de dimensión", o simplemente  puedes llamarlo "La Cruzada".

Esperaba que dijese mas información, pero sus palabras cambiaron  de forma veloz, se interrumpió a él mismo.

—Comenzó la sesión.

Lao primeramente me ordenó hacer unos ejercicios Bastante fuertes, como darle patadas a un gran tronco de árbol.

Ahí mientras pateaba, él se encontraba nombrando estilos de patadas. —Si la levantas como un círculo se llama hacha, si golpeas desde esta posición es una cruz, de frente es la del guerrero, hacia arriba se llama mazo, desde la rodilla hacia afuera se llama navaja de viento.

Así fui aprendiendo nombres y estilos de patadas.

Luego de eso (dos años), pude dar inicio a practicar puños hacia el árbol.  Lao igualmente me mencionaba nombres tales como: gancho, doble puño penetrante, puño escudo, recto, golpe de cadera, etc. Nombres muy culos la verdad.

Pasaron otros dos años.

Cada día en mis entrenamientos me enfrentaba a un Lao que se debilitaba más con el pasar del tiempo.

Su cuerpo se hacía cada vez más oscuro debido a la maldición de Orgar.

Aunque era un Lao debilitado, me ganaba muy fácilmente.

Una de tantas tardes Lao me llevó a la playa y  solo nos sentamos a meditar.

Después de un rato de relajación y de sentir el viento oceánico, escuché un gran sonido, como de algo chapoteando en las lejanías de la costa. Ahí fue donde la conocí.

—¡¿Que es eso?! —Pregunté asombrado Al ver a una enorme ballena surcando las aguas en la distancia.

—Leviatán —respondió Lao tranquilamente

Sed de justiciaWhere stories live. Discover now