Capítulo 6 🦊 Enredados "enemistosamente" hablando

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Holi. Ya llegué 😏

Capítulo dedicado a RoxxBlue por ser tan besha <luv3



—¿Estás fumado?

—No. ¿Qué clase de pregunta es esa?

—Es que no se me ocurre otra razón por la que estás actuando así. ¿Será acaso alguna secuela de la fiebre?

—Michi.

Da otro paso, acortando la distancia todavía más. Cojo uno de mis trofeos y me pongo a la defensiva.

—«Wallas» para ti.

—Wallas —carga la voz, reticente a mi corrección.

—¿Sí, Frederick?

—Dijiste que necesitaba hacer más méritos si quería que me perdones, pues eso estoy intento.

—Créeme que no los haces si entras a mi cuarto. —Se toma un respiro largo y vuelve al umbral del ventanal—. Tampoco si te burlas de mis reglas.

—Bien, no me burlaré. No diré nada sobre ellas. Es más, haré como que no las leí, ¿te parece? De hecho, ya las olvidé.

—No quieras verme la cara, sé perfectamente que te basta leer una vez las cosas para memorizarla.

—Veo que te gusta cuchichear en conversaciones ajenas.

—Yo podría decir lo mismo. Podrías haber pasado de la hoja y me habría ahorrado la vergüenza.

La puerta de mi habitación suena. Rápido, Chase se pone en alerta y se esconde en las sombras de mi balcón. Mamá no tarda en asomarse.

—Michi, ¿con quién hablas?

—Conmigo, mamá. Estoy... Estoy practicando para una exposición.

Para ocultar mi insegura respuesta carraspeo.

—Cuida tu garganta —advierte mi santa madre—, recuerda que estás enferma.

—Sí, gracias, lo haré.

Mi sonrisa plástica es lo último que ve antes de cerrar la puerta.

—Eres una pésima mentirosa —se burla mi vecino.

Eso lo sé perfectamente. Soy pésima mintiendo. Cada vez que intento hacerlo, la verdad salta en mi cabeza y mi conciencia me dice «estás mintiendo, te va a descubrir, di la verdad» y, al final, me termino delatando.

—Pues yo creo que lo hice muy bien —alejo en mi defensa, pues mi orgullo frente a Chase es mayor—. ¿Y por qué rayos sigues aquí? Deberías marcharte a tu cuarto.

—No has aceptado mi propuesta.

«Propuesta», dice. Este chico está loco.

—No hay nada que aceptar. Por favor, vete.

Se mete las manos a los bolsillos mostrándose desinteresado, pero también lleno de confianza.

—Estás olvidando algo importante: tú y yo debemos un trabajo.

—Marshall... —digo al pensar en el rostro arrugado del demonio que tengo de profesor—. Olvídalo, no me juntaré contigo. No haré el trabajo, es mi decisión.

—¿Estás dispuesta a sacar una mala nota?

Me muerdo los labios para contener mi respuesta.

Me niego a sacar una mala nota. No quiero que mis calificaciones se queden manchadas solo porque mi orgullo y odio pudo más. Y eso él lo sabe muy bien. Lo sabe porque leyó mis reglas y eso es como leer mi diario de vida. Lo sabe porque frente a mi silencio forma la misma sonrisa ancha del gato de Alicia en el país de las maravillas. No, Chase no es un gato; es un zorro astuto.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora