Capítulo 3 🐰 Michi, la maestra ejemplar que sabe un secreto

1.2M 73.9K 33.4K
                                    

Capítulo dedicado a ItzelMedina475 :D ¡Gracias por comentar tanto, linda!





—¿Qué te parece un proyecto?

—Demasiado trabajo. Me encantaría, pero necesita tiempo y eso es lo que menos tengo.

—¿Charlas?

Suelto una risa escueta.

—Como si me dieran las agallas para dar charlas.

—¿Una carta de aprobación?, no sé, enseñando tus habilidades tal vez.

—¿Rogar? —inquiero— Ni de chiste.

Anne suspira, resignada a todas mis negativas. Yo le sigo luego.

—¿Qué fue lo que te dijo con exactitud el consejero escolar?

—Me dijo que necesito hacer algo que marque mi expediente, dejar una huella, por muy pequeña que sea, para que sepan que soy la clase de alumna que está dispuesta a hacer cambios o impartir educación.

Contexto: le hice una visita al consejero estudiantil para mejorar mi rendimiento académico y también destacar para que Atkins me tenga en cuenta. Sé que no me bastará con tan solo estudiar y tener una buena calificación, necesito lo que Chase provoca: destacar. Necesito que cuando la universidad tome mi hoja vea todas las proezas que hice a lo largo de mi vida. Ya tengo algunos trofeos, medallas, diplomas que gané. Pero no creo que eso sea suficiente.

—¿Y ser tutora? —continúa Anne. Si algo sensacional que tiene mi amiga, es que jamás se rinde si se trata de mí—. Eso es un trabajo remunerado y servirá para tu expediente.

—Podría poner el aviso. —Me encojo de hombros, algo dubitativa—. Pero sabes que soy mala relacionándome con otras personas desconocidas.

—Serás profesora particular, Michi —dice en un tono de obviedad e impaciencia. Mi pesimismo la está desgastando—. O sea, tratarás con un solo estudiante. Además, te va de maravilla con los niños.

—¿De maravilla? Cada vez que ven a Tonino Pizza me patean el trasero. Los niños son muy traviesos. —Resoplo mirando mis zapatillas gastadas mientras recuerdo lo doloroso que se sienten las patadas dentro de la botarga y en lo crueles que pueden llegar a ser los niños. Tengo el sonido de sus carcajadas grabadas en mi cabeza. En grupo son muy malos; solos no tanto—. Pero es lo único que se me ocurre por ahora.

—¿Qué se te ocurre? ¿Disculpa? La idea fue mía, señora —me regaña mi amiga y su cabello rojo y rizado se desordena.

—Tienes razón.

—No lo olvides —dice con resentimiento, pero me agarra del brazo luego—. Cuando te gradúes de Atkins tendrás que decir en tu discurso que fue gracias a mí.

—Por supuesto, serás a la primera que nombre. —Las dos reímos—. ¿Y ahora qué?

—El anuncio. Debes poner el anuncio en todos los sitios posibles. Y quítale el modo silencio a tu celular, necesitas estar atenta a cualquier llamada.

—Espero que me vean como una chica seria.

Para los adultos —padres— siempre he lucido como una chica dulce. La chica que podrían de ejemplo cuando sus hijos se comportan mal. O así era cuando era más pequeña. Ahora no sé si dé esa impresión. No se la doy a los profesores.

—Ah, y no olvides poner en el anuncio todo lo importante: tu nombre, colegio, tus excelentes calificaciones, tu mail y, por supuesto, tu presupuesto.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora