Capítulo 32 🐰 ¿Y si volvemos a empezar?

751K 60.7K 17.8K
                                    

#ViernesDeRTR

Capítulo dedicado a psychicreader126 por tu apoyo con los comentarios y amor a la historia <laf3 

Capítulo dedicado a psychicreader126 por tu apoyo con los comentarios y amor a la historia <laf3 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El brazo de Chase rodea mi cintura y el otro está por debajo de mi cabeza. Su respiración es apacible y choca contra mi cabello. Sus piernas están detrás de las mías; una de ellas relativamente entre ellas. Esta es la primera vez que despierto junto a Chase. Nunca antes había dormido con él, mucho menos me había despertado en una cama que no es mía. Se me sube la presión al recordar cuál fue el motivo y temo que me dé una hemorragia nasal como en las caricaturas.

Dios mío, estoy haciendo cucharita con Chase.

Y eso no es todo. Estamos sin ropa. Desnudos. Así como nacemos. Somos como Adán y Eva en el Paraíso antes de haber comido el fruto prohibido. Sin ninguna clase de prenda que separe mi trasero de su virilidad.

Es que a mí estas cosas me darán un soponcio, lo digo en serio. Jamás podré acostumbrarme a esta clase de contacto físico, y eso que es mi tercera vez.

Pero esta vez lo siento diferente.

Antes sentía lo prohibido porque mis padres podían pillarme; ahora no estoy bajo el yugo de una madre que me daría una paliza con Betty, tengo toda la libertad que quiero para hacer lo que quiera, pero... ¿Por qué sigo sintiendo como si hubiera hecho algo indebido?

Será mejor que me vaya antes de...

Mierda. Chase se remueve y me apretuja hacia sí. En mi espalda ahora siento cómo su vientre se agranda al inhalar y el calor que su cuerpo desprende. Su respiración ya no choca en mi cabello, sino que ha apoyado su mejilla en mi cabeza. Debe creer que soy una almohada o algo así. Su tacto no me molesta en absoluto, tampoco que la zona de mi piel que sus dedos tocan transmita una electricidad placentera por todo mi cuerpo; el problema es que no podré salir de aquí.

¿Qué se supone que haga? ¿Lo despierto y le doy los «buenos días»? ¿Me bajo de la cama como si nada y entablo una conversación normal como si no hubiera pasado nada?

Lo último suena más acertado, pero soy un ser cobarde que no sabe cómo dar la cara, así que me preparo para escapar.

Primero, saco un pie fuera de la cama. Pan comido. Lo segundo que hago es sacar el otro pie. Esta vez me cuesta porque la pierna está bajo la suya, pero corro la suerte de que se mueva lo suficiente para dejar de abrazarme por detrás. Tercero y lo más importante viene ahora: mover mi torso. Me voy arrastrando fuera de la cama poco a poco, procurando no despertar a Chase.

La tensión es tanta que podría protagonizar una película de suspenso, de esas indies de muy bajo presupuesto que con los años se vuelven de culto.

A medida que me acerco al borde de la cama, mis pies consiguen tocar el piso, por lo que solo necesito lanzarme a la vida. Me arrastro hasta el final de la cama y caigo al suelo.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora