Capítulo 36 🦊 Estrellita dónde estás

798K 56.7K 22.8K
                                    

#ViernesDeRTR

#Holiii


Capítulo dedicado a janit2 por su amorsh <laf3


A la mañana siguiente de haber sido víctima de la sucia broma hacia Jax, mis ánimos estaban a tope

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente de haber sido víctima de la sucia broma hacia Jax, mis ánimos estaban a tope. La declaración de Michi había tenido resultados milagrosos. Si bien esto no era ningún misterio, que lo hiciera delante de todo y como una afirmación tan sostenida me hacía sonreír cada vez que pensaba en ello.

—Estás todo tonto —soltó Jax. Apareció en mi campo visual con mala cara.

Después de haber tenido que pagar tres pizzas familiares sufría una crisis financiera que lo había puesto de mal humor. O algo así comentó al abrirle la puerta del departamento.

Yo presentía que se debía a otra cosa; cejas arrugadas, labios planos, el puño cerrado, despotricando a todo dios y teniendo de descarga una pequeña pelota para el estrés que me sacó del escritorio... Las únicas veces que se le veía así de molesto era cuando discutía con su viejo.

—Déjalo ya... —lo reprendió Mika.

Mika era otro que pasaba el rato en mi cuarto desde que había vuelto a Hazentown. Como su padre estaba en casa, sus opciones se limitaban a: pasar la tarde encerrado en su cuarto para toparse lo menos posible con su padre o pasar el rato conmigo y sus escritos.

—Es la verdad. Míralo.

Mis dos amigos me miraron y lo que hice fue sonreír más, pero esta vez a causa de la escenita que se estaba montando por mi culpa.

—Soy un hombre feliz —admití.

—Feliz soy yo que me he librado de una buena —dijo Jax, haciendo rebotar la pelota contra la pared.

—Y aun así no eres feliz... —Mika le frenó el vuelo.

—La felicidad no existe, es algo momentáneo, y he sido feliz muchas veces. Lo fui, por ejemplo, cuando me enteré que ese tal Richard no era un puto mafioso.

—Viendo desde mi lado la situación, sí fue bastante absurdo que los dos cayeran en esa broma. ¿Por qué un sujeto como Volker Kingsley aceptaría casar a sus hijas? ¿Y por qué querría juntarse en un bar?

—Los indicios eran muy obvios, pero nos ganó la desesperación —asumí con pesar.

—Vaya par de universitarios —se burló Mika y optó por seguir leyendo lo que llevaba del manuscrito.

—No me recrimines los estudios, aquí el único cerebrito es Chase, yo entré a la facultad por pura suerte.

—Eso no te lo discuto —dijo Mika—, no agarraste un libro en tu vida y no lo harás por tu amigo.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora