Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨

Capítulo 12 🐰 Una escapada que debería salir bien... creo - Parte 1

Este capítulo va dedicado a la chica que viajó seis horas en bus para asistir a mi firma de libros. Te jamoneo intensamente, chica. <3

—Creo que nos han dejado plantadas —le digo a Anne.

—No seas pesimista. Seguro que se han atrasado comprando cositas.

—¿Jax te ha dicho algo?

Mi amiga niega con la cabeza.

—Le escribí, pero no le llegan los mensajes. Si tuvieras un buen celular podrías mensajear a Chase, pero noooo, la señorita tiene un celular que apenas agarra señal.

Asumo la culpa escondiendo la cabeza entre los hombros mientras me desparramo en el sillón.

Silencio.

Más silencio.

Un mal presentimiento.

—¿Y si les pasó algo? ¿O están perdidos? —insisto.

—Mi casa no es tan difícil de hallar. Y tranquilízate, por amor a Dios, que traes malas vibras.

—Es que la espera me pone nerviosa.

—Tú siempre estás nerviosa —desdeña, aunque sea una verdad monumental—. Inhala, exhala; así te calmas.

—Mejor iré al baño.

Dentro del baño me mojo la cara a ver si espabilo y dejo de ponerme ansiosa. Casi va a ser medianoche y de Chase, Mika y Jax no hay rastro alguno. Quedaron de que nos vendrían a buscar a casa de Anne a las 9:00, ¿pueden entender por qué estoy siendo pesimista? Son demasiadas horas de atraso como para permanecer tranquila y con una sonrisa estampada en la cara. Pues no, claro que no. A su demora debo sumarle el miedo que tengo a que mis padres descubran que les mentí.

«Anne está pasando por un mal momento, pasaré el fin de semana con ella», fue lo que les dije. Anne me pidió que inventara alguna historia trágica para soltar y sensibilizarlos. Estuve toda la noche del jueves practicando mi mentira, porque mis padres no son tan ingenuos para creerme de una sentada.

Empiezo a creer que tal vez Chase haya podido delatarme y ahora esté siendo interrogado junto con sus amigos. Veo a mis padres capaces de encerrarlos en un cuarto, atado a una silla de pies y manos, todo para sonsacarle información como en las pelis.

Ay, no...

Mejor vuelvo a mojarme la cara.

El agua fría me ayuda a aterrizar. Apoyada en el lavamanos miro mi reflejo en el espejo de corazón que Anne tiene en su baño. Estoy pálida, con unas ojeras enormes, despeinada —como siempre— y de camino a convertirme en un zombi. Nada mal, ah.

Supongo que esta es la cara de una persona que se escapará de casa por primera vez en su vida.

Vaya locura.

—¡Michi! ¡Michi, llegaron!

Salgo del baño disparada y cojo la mochila. Anne se acomoda su atuendo frente al espejo y procura que su maquillaje siga intacto. Yo me paso la manga por la cara para secar las gotas de agua. Es impresionante que siendo tan diferentes seamos amigas.

Fuera, los chicos se asoman de un auto descapotable. Mika va al volante, Chase de copiloto y Jax está parado en el asiento trasero.

—Buenas noches, señoritas —nos saluda con la sonrisa de galán de telenovela.

—Sentimos el retraso, tuvimos algunas dificultades —le sigue Chase, bajándose del auto para venir a nuestro encuentro.

—Dificultades. Sí, claro —espeta Mika. No se ve feliz de vernos, pero él siempre tiene esa expresión de odio hacia todos. Creo que puedo lidiar con eso, a menos que a mitad del camino se le ocurra exterminar a la raza humana partiendo por nosotros—. Así le llaman ahora a extorsionarme.