En su último año escolar Michi encuentra la oportunidad de entrar a la universidad de sus sueños. Para ello necesita destacar como la mejor estudiante en Jackson, una tarea fácil si omite la existencia de su arrogante (pero muy guapo) compañero de c...
Capítulo dedicado a Marce040 por sus comentarios y ser mi tocaya jsjsjs
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—Ya casi acaba el semestre de otoño, nos iremos una semana, necesitamos tener tu parte del trabajo pronto. Entendemos que es difícil para ti seguirnos el ritmo después del robo, pero tenemos que pensar frío.
—No es nada contra ti, en serio...
—Sí, es decir, sabemos que lo estás intentando.
Mi grupo de compañeros —con los que decidí hacer el trabajo para fin de año— me miran esperando una respuesta. Han venido a la biblioteca, el lugar que ya parece mi casa, a pedirme un avance más «avanzado» del trabajo. Puedo ver en sus casas que la situación es incómoda para ellos, pero lo es más para mí cuando pintan la situación como si me la pasara holgazaneando.
¡Me han robado el trabajo, por Dios!
El aperitivo de mi semana ha sido maldecir a Bonnie.
Sin ella esto no estaría pasando.
Es que me dan ganas de llorar por la frustración, aunque sé muy bien que no debería arruinarme el día pensando en ello. Por eso antes de volver a decir que estoy haciendo lo mejor que puedo, les digo a mis compañeros que les enviaré mi parte del trabajo en una semana más, antes de la semana de vacaciones.
He activado mi modo ermitaño, el mismo en el que entraba antes de que Chase llegara al departamento del lado y mi mundo se volviera un caos.
Y pensar que en ese entonces mi problema más grande era no poder superar sus notas. Ahora ni siquiera compro comida con tal de avanzar con el trabajo.
En cuanto mis compañeros se van, me dan unas enormes ganas de tirar mi cuaderno contra alguna estantería y echarme a llorar.
Lo que me contiene es mi alarma anunciando que en media hora tengo clases de Álgebra Lineal.
Soy la segunda en llegar al salón; Chase me ha ganado. Está sentado en el tercer asiento de la quinta fila, junto al segundo asiento que suelo ocupar yo.
Al igual que el semestre pasado, se ha hecho una rutina que me siente en medio de los hermanos, como si yo fuera una frontera a la que tienen prohibido cruzar. Sin embargo, esta vez Nathan no aparece, y se supone que es el que suele llegar temprano también.
—¿Nathan sigue enfermo? —le pregunto a Chase al sentarme y colocar mi bolso sobre la mesa.
—Eso parece. Justo en el momento más inoportuno.
La ironía en su voz se debe a que ambos tenemos la duda sobre si él sabía de los planes de Bonnie o no, pero como no lo hemos visto y en el chat grupal no muestra rastros de vida, nos toca quedarnos con la duda.
