En su último año escolar Michi encuentra la oportunidad de entrar a la universidad de sus sueños. Para ello necesita destacar como la mejor estudiante en Jackson, una tarea fácil si omite la existencia de su arrogante (pero muy guapo) compañero de c...
Capítulo dedicado a Doris3226 por dejar muuuchos comentarios en el capítulo anterior :D
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Los días siguientes a que Chase escribiera una canción en el cristal del dormitorio, Bonnie no llegó. Ni siquiera me la encontraba en la cafetería o por los alrededores de la residencia, algo que agradecí. Sin ella pude dormir tranquila en lo que cabe porque además de repasar todos los días para mis clases, también tuve que lidiar con algunos sustos provenientes de la ventana.
Resulta que en diferentes horarios, Chase se dedicó a escribir otras canciones en el cristal o pegar post-it con los nombres en caso de que no me encontrara en la residencia. A veces me tomaba por sorpresa verlo fuera y solté gritos que espantaron a Pato. Creo que a causa de esto creó un resentimiento hacia mí y prefiere dormir en su pequeña cama que conmigo.
A la par de este suceso, decidí comenzar a trabajar en mi parte del proyecto de Astronomía, por lo que he visitado la biblioteca de la universidad a menudo. Así es, mientras todos hablan del Show del Talento que se celebrará en el auditorio de la universidad (incluyendo a Kash quien dijo que participaría) yo estoy frustrada por la temática que elegimos.
¿Me van a creer que los viajes en el tiempo pueden ser posibles?
Es cuestión de matemática y física cuántica, algo que mis compañeros y yo debemos «demostrar» o dejar abierta esa posibilidad. El problema es que si en todos estos años nadie ha inventado ya la maquinita pues lo tenemos complicado.
De ahí que se me esté yendo la vida en estos días.
Y que estuviera tan amargada.
Bueno, Nathan tiene mucho que ver con eso también.
Chase no fue el único que se propuso «algo» en estos días; Nathan también. Debe ser algo de familia o es lo que me digo para comprender cómo es que precisamente ambos se han coordinado para intentar acercarse a mí esta semana.
Por supuesto, Nathan es más directo que canciones en el cristal. Su metodología es hacerme preguntas.
—¿Cuál es tu color favorito?
Preguntas que varían desde las más absurdas...
—¿Y tu comida favorita y la menos favorita?
A las más complejas.
—¿Qué ocurre dentro de un agujero negro?
Y volviendo a las preguntas simples.
—¿Cuándo es tu cumpleaños?
—¿Mi cumpleaños? —repito para asimilar lo que acaba de decir. Nathan por fin ha conseguido que deposite toda mi atención en él.
