Una serie de relatos cortos que realizo mientras entro en el sitio, ejercicios de lectura. Esperando que todas sus historias llenas de misterio, les guste y entretenga.
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Mi nombre no importa, lo interesante es que soy un viajero del tiempo con un boleto de ida, nada de regreso. Nuestros inteligentes científicos del año 2250 nos mandaron con doble equipo, el transporte tipo ovoide y el control. Me enviaron para rescatar o verificar lo sucedido con los ocho compañeros previos, los cuales nunca respondieron. No se sabe nada de ellos. Verifiqué mis controles, todo en orden y viajé al pasado. Parecerá cosa de chiste, pero ni el transporte, ni el aparato, ni mi ropa, sólo mi persona como Dios la trajo al mundo aparecí en el año 2020. La gente se indignaba de verme, tuve que correr hacia unas casas aledañas y robar una ropa para aclimatarme. Cuan en lo cierto estaba aquel director en que las máquinas conquistan el mundo. Aunque las cosas son del futuro, no existen todavía en La Tierra. La tela de mi ropa junto con mis zapatos son confecciones del año 2175. Por lo tanto en este tiempo no existen, lo mismo la tecnología. Comprendí lo sucedido con mis compañeros. Se quedaron sin nada para interactuar con un futuro distante, que hoy es nuestro pasado y este pasado nuestro futuro. Atrapado, lo más terrible dejando a mi hermosa familia sin un padre, sin un esposo que los acompañará. Ni enviando a los científicos creadores de la máquina del tiempo podrán volcar las cosas a favor. No existen los materiales, todo es todavía primitivo para desarrollar una máquina del tiempo en este momento.
Nuestro tiempo no es mucho mejor que este, envidio si el clima, el sol todavía no quema como allá, por eso nuestras pieles parecen más bronceadas con un cierto toque que sólo entre nosotros podemos identificar. Así descubrí a Nova, otra viajante. Dice que lo más terrible fue aparecer desnuda ante tanta gente. Claro, siendo una chica hubo muchos caballeros que le dieron su abrigo. Tengo tres meses de conocerla, ella dejó a su novio, sus padres. Se alegra mucho de haberme encontrado, los demás no los ha visto. Ella lleva dos años perdida en este tiempo. Trabaja de secretaria a tiempo completo, claro, es una mujer bella e inteligente. Le digo que pronto escalará mejores puestos. Conseguí trabajo en una fábrica de tecnología, se mucho al respecto, creo que están pensando en ascenderme por mis conocimientos, si supieran que soy de los más lentos de mi época, pero el conocimiento es poder.
Dejo mensajes escritos en piedra, en lugares donde considero podrán verlos, incluyendo las zonas residenciales donde vivía, a lo mejor mi esposa logra verlos. No me ambiento todavía, la comida es muy grasosa, no es nutritiva, en lugar de salvar al planeta lo estamos destruyendo, para mi época lo entendimos tarde. Paramos mucha contaminación pero el daño estaba hecho.
La paradoja del tiempo, mi pasado ancestral será mi futuro, soy un viajero del tiempo junto con Nova. Lo acepto, nadie vendrá al rescate, aunque lo intenten, todo se perderá en el viaje. Veré quizá otros que vengan, hasta que cansados de enviar personas desistan y se dediquen a otros menesteres. Seremos los viajeros del tiempo perdidos. Nova me sonríe y es la sonrisa más hermosa que he visto, mi única esperanza de aferrarme a este pasado que es mi futuro.
