Una VIA para volver a encontrarte

Capítulo 15

- ¿Chris? ¿Chris puedes oírme? No me digas que te he dado una dosis demasiado grande de llave.

- Estoy aquí, donde quiera que aquí sea.

- ¿Ves la puerta?

- La tengo delante, creo. No es que pueda verla, la verdad, simplemente siento que está ahí y casi puedo escuchar todo lo que está ocurriendo al otro lado.

- Perfecto. Son unos jugadores increíbles. La puerta trasera está siemñre ahí, pero solo con la preparación adecuada es posible encontrarla. Ahora solo tienes que dar unos pasos y entrar. Vamos a hacer una pequeña prueba. Entras, cinco minutos y sales.

- ¿Y donde has ido tú?

- Ninguno de nosotros se ha movido. Es solo, tu mente la que ahora ve más allá. VIA siempre ha estado allí, no inventaron nada, por mucho que nos hagan creer. VIA es... Digamos otra dimensión que nos rodea. Lo único que ellos hicieron fue encontrar una mente, humana o artificial capaz de controlarla y ponérsela en bandeja.

- Tom.

- Exacto, Tom.

Desde que había comenzado a escuchar la voz de Tom en su mente y en sus experiencias, Chris había sentido una profunda pena y tristeza por el chico. Ahora solo quería dar con él, abrazarlo como un hermano mayor y decirle que todo iba a salir bien.

- ¿Qué voy a encontrar cuando entre?

- Es dificil de decir. La puerta trasera no forma parte de ninguna experiencia, la llamamos ciudad sin ley porque estamos hablando de ceros y unos, la antigua informática en su estado más puro, solo que mil veces más evolucionada. Además depende de cada uno. Cada mente que entra en ella se encuentra con cosas diferentes.

- ¿Qué encontraste tú?

- No tenemos tiempo que perder. Entra, quédate unos minutos y vuelve a salir por la misma puerta. No puedes perderla de vista, de lo contrario podrías quedarte atrapado allí dentro para siempre.

- Ah bueno, gracias por decirlo antes de que entrar. Aunque supongo que no tengo muchas opciones ahora mismo.

Respiró con fuerza, solo que al hacerlo se dio cuenta que no tenía un cuerpo con el que hacerlo. Intentó mirarse las manos pero estas no estaban allí, no había manos, brazos, pies, no había nada pero aún así, podía sentirlo todo sin problemas.

No dijo nada, si Sebastian no le había dicho nada al respecto, seguramente no quería asustarle más, porque aquello era algo normal.

- Voy a entrar.

- Bien. No dejes de hablar conmigo. Hasta que no sepas como controlar tu mente allí, necesitas un contacto firme fuera, alguien que pueda tirar de ti para sacarte si no puedes salir por ti mismo.

Chris asintió y se preguntó si su cuerpo se movía en el mundo exterior. Cuando Sebastian no dijo nada, imaginó que así era.

Era extraño moverte sin piernas y mucho más extraño sentir que caminaba sin problemas.

Atravesó la puerta invisible y cuando pensaba que no podía ver o hacer nada más extraño, se encontró en la entrada de una gran mansión.

- Bueno, no está mal para comenzar.

- ¿Qué es lo que ves? ¿Donde estás?

- Una casa, una casa muy grande, parece la mansión de los Xmen, pero se ve vacía, se siente vacía, como si no viviera nadie aquí.

- Eso es bueno. - Continuó diciendo la voz de Sebastian dentro de su cabeza. Sonaba tan raro tener otra persona en su mente, escuchar su propia voz y la del hacker. - Eso significa que hemos conseguido entrar en un sitio privado, lejos de donde entran los usuarios. Seguramente no muy lejos de donde estás te encuentras una puerta más, una que no tendrá que ver con el escenario en el que encuentras.