Capítulo 03

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Su propio grito despertó a Sebastian, aunque también pudo ser el dolor de su propio cuerpo al intentar moverse. Le dolía la espalda por la caída por la ventana, pero al mismo tiempo, su cerebro le dijo que eso no era más que un recuerdo de una experiencia dentro de VIA.

Era una sensación tan extraña, por un lado estaba el dolor físico, el que mandaba algún que otro hueso roto y lo que probablemente era una conmoción y al mismo tiempo, casi podía verse a si mismo, tendido en la hierba, mirando al cielo, con la espalda dolorida después de que Ryan, el esclavo, le hubiera tirado por la ventana.

La sensación de caer por una ventana, le había dejado sin respiración y tuvo que tomarse un momento para darse cuenta que no le estaba dando la brisa del atardecer en el rostro, que no estaba viendo las primeras estrellas haciendo su aparición en el cielo y que el olor a hierba, a excrementos de caballo y el sonido de las primeras lechuzas que se despertaban, no eran algo reales. Era increíble lo real que podía llegar a ser la realidad virtual creaba VIA dentro de sus sistemas

Se quedó mirando fijamente a su alrededor y tras ajustar su cerebro un momento, se dio cuenta que estaba en una habitación de hospital, con la mitad de su cuerpo cubierto de vendas como una momia y un ojo que apenas podía abrir. Se quedó ahí, quieto, cualquier movimiento dolía y la sola idea, casi, de respirar, ya le dolía.

Cerró de nuevo los ojos, necesitaba dormir, olvidar su maldito paso por VIA y la imagen de ese esclavo. ¿Cómo podía estar tan colgado por una creación electrónica? Había pasado su infancia con juegos de ordenador y nunca le había pasado nada parecido.

Se preguntó si tal vez VIA tenía algo especial, algo que conectaba directamente con el cerebro del usuario o si se estaba volviendo un paranoico. Fuera como fuera, la imagen de esos ojos claros, ese rostro cubierto de moratones e incluso podía sentir sobre sus labios, el calor de la boca del muchacho. Olía a sudor, pero no era un olor terrible, sino que le hizo sonreír, justo antes de quedarse dormido.

*

Chris agradeció que su padre le hubiera dejado el portátil en la habitación antes de marcharse. Hubiera preferido que se quedara con él, hablar, intentar averiguar lo que le había ocurrido y quien le había atacado, en cierta forma, eso le hacía sentir seguro, no podía negar que tenía miedo a que su atacante regresara a por él. Pero Robert le había dicho que tenía mucho trabajo en la oficina que no podía dejar aparcado mucho más tiempo y su prometida, simplemente había desaparecido.

Aunque había decidido ser músico, desde pequeño había resultado ser un genio con los ordenadores y todo lo que tenía que ver con la tecnología. Pero desde que VIA habían entrado en la vida de todos, la  visión del mundo tecnológico cambió de la noche a la mañana. Lo que antes se movía a través de un ordenador o un móvil, se transformó en la vida completa de todo el primer mundo y sus usuarios. 

Cómo si siempre hubiera sido así, VIA se convirtió en algo indispensable, algo sin lo que la gente no sabía ni abrir la perta de su coche. VIA, se hizo más grande que internet, más grande que el Gran Hermano descrito en 1984 y a pesar de no querer dedicarse a ello por el resto de su vida, Chris no había perdido tiempo en descubrir todo lo posible sobre esa inteligencia artificial que tanto parecía saber sobre los humanos, como si uno de ellos se escondiera detrás.

Poco se sabía sobre su creador, del que apenas se conocía un nombre, Chaplin, como el genio creador de cine. Nadie había visto su cara, sabía su edad o de donde provenía. No había archivos sobre su pasado, sus estudios, ni siquiera un nombre completo, Chaplin había lanzado al mundo VIA un día y lo había dejado crecer, como un pequeño virus que no tardó en dominarlo todo.

El tal Chaplin, tenía una página propia donde iba dejando algunos de sus nuevos inventos, pequeñas cosas comparadas con lo que VIA había supuesto para el mundo moderno, comida microbiológica, coches autónomos con batería casi eterna, libros en hologramas. Chaplin parecía un saco sin fondo en lo que a ideas nuevas se refería. Pero jamás dejaba información personal.

Una VIA para volver a encontrarteWhere stories live. Discover now