Dilema 11

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Tiernas, pequeñas y regordetas manos apresaban el despierto miembro del Omega en celo que se encontraba ofreciéndoles un gran espectáculo a Beta y Alfa. Vaya que era notable el deleite que se derramaba de los ojos del pequeño, siendo evocado también por los cortos suspiros que conseguían escapar de sus labios.

Jungkook se quedó paralizado en su lugar, observando detenidamente los movimientos delicados de Jimin para provocarlos. Seguramente continuaría siendo espectador a falta de la enorme mano del Alfa que le toma fuertemente de la cintura, acercándolo a él en un movimiento violento, desesperado, que termina con la nariz de Taehyung haciendo presión contra un costado de su cuello.

─Sácame de aquí, Kook─ sonaba a ser la voz de comando, pero esta no surtía un efecto instantáneo en el cerebro del Beta─. Por favor.

Con el aliento del Alfa acariciando su piel, Jungkook lo guía fuera de la habitación, dejando la misma cerrada a sus espaldas. Taehyung se suelta lentamente unos segundos después, ordenando a sus pies que se alejen lo más que puedan de ese, llegando a la cocina para buscar nuevamente dos tipos de pastillas: los supresores normales y los que le quitaban el olfato.

Jungkook lo sigue despacio y en silencio, siendo consciente de las cosas que Taehyung no era capaz de ver: la desesperación enmarcada en los ojos rojos. Una demostración del fuego que ardía en su interior, avivado únicamente por la cercanía de un Omega que apenas conocían.

También podía ver la forma en que su lobo interior tiraba del cuerpo de Taehyung en dirección al pasillo, queriendo regresar a donde se encontraba Jimin. No debía ser muy inteligente para descifrar lo que el lenguaje no verbal quería expresarle.

─Taehyung─ la voz del chico hace que el lobo deje en paz a la parte humana─ ¿Estás bien? ¿Necesitas salir un rato?

Sus ojos habían tomado el color normal por efecto de las pastillas, pero su lobo interior aullaba con fuerza, totalmente eufórico.

─Ese Omega es más demonio que ángel─ suspira Taehyung, dejándose caer sobre una silla─. Y a este paso voy a morirme de una sobredosis.

Jungkook se sienta a su lado, viéndolo con los ojos entrecerrados.

─No tomes más de dos pastillas─ el golpe a las costillas era predecible, solamente sus siguientes palabras no─. Tu lobo debe de estar loco por el de Jimin, ¿es eso lo que todos dicen de los destinados?

Abriendo los ojos en su máxima capacidad, Taehyung no puede despegar la mirada de Jungkook. Había sido demasiado obvio. Pero podía jurar que realmente luchó contra su lobo, no solo por el hecho de casi no conocer a Jimin, sino porque él llevaba mucho tiempo estando enamorado de Jungkook como para dejarlo por la aparición de su "destinado".

¿Siquiera se trataba realmente de su destinado?

─No contestes a eso─ la voz de Jungkook se vuelve suave, propinándole un golpe corto al hombro de Taehyung para sacarlo de su estado petrificado─. Supongo que necesitas más tiempo para saber si se trata realmente de tu destinado.

La sonrisa que el Beta se encontraba regalándole era simplemente maravillosa, no tenía más palabras para describir todo aquello que corría con tanta intensidad en su interior. Le importaba realmente poco si el chico era un Omega o no, tampoco le era relevante lo que las personas pensaban de un Alfa saliendo con un Beta. Se trataba de las decisiones que su corazón tomaba, los caminos en los que su parte romántica lo arrastraba.

─Es muy diferente, ¿sabes?─ su mente comenzó a planificar una historia que contarle para sacarse la preocupación de encima─. Todos tenemos formas distintas de encontrarnos con la pareja destinada, muchas personas dicen que se puede reconocer al instante de tocarse─ con la libertad que su título de mejor le ofrecía, Taehyung tomó una de las manos de Jungkook para apretarla ligeramente y llevarla a donde su corazón se ubicaba─. El lazo con esa persona se forma al instante, tu lobo la reconoce ¡El mundo se vuelve más brillante!─ bajo la atenta mirada de Jungkook, el Alfa se sube a la silla, aún aferrado a su mano─. Yoongi me dijo que él encontró a su pareja destinada cuando era pequeño, que lo vio y supo que quería quedarse a su lado.

─Bájate de allí, idiota─ es la petición de Jungkook cuando ve la forma en que la energía ataca al Alfa, parecía ser que los inhibidores también levantaban su ánimo─. Además, yo no sabía quién demonios era Yoongi hasta que me salvó de ser comida para tu lobo.

Shhh, cállate─ halando de él por la mano secuestrada, el Alfa le obliga a subirse en la otra silla para poder verse a los ojos─. Somos amigos del trabajo, nunca creí que fuese a buscarme por algo personal─ con Jungkook riéndose por la extraña forma en la que conversaban, Taehyung continúa su relato:─ Como te estaba diciendo, los destinados son algo muy común últimamente, así que muchas personas han relatado la forma en la que se sienten cuando esa persona aparece en sus vidas.

"Mi padre dijo que mamá lo apresó a la primera, no le dio ni un solo segundo para respirar antes de confirmar que, evidentemente, era su pareja, ya sabes cómo son las mujeres Alfas con los hombres Omegas─ para ese momento, el Alfa había tomado presa la otra mano del Beta, dejando que las palmas unidas se balancearan en el espacio entre ambos─. Lo importante de estas situaciones es que todas coinciden en que: Los destinados se encuentran en el mejor momento de la vida de ambos, también que se reconocen casi al instante, la mayoría entra en celo poco tiempo después─ todas las alarmas sonaron en la cabeza de Jungkook en ese momento, mostrándole cómo las cosas coincidían con la historia de Taehyung y Jimin─. También, dicen que lo más importante es que las parejas de destinados se encuentran estando solamente ellos dos en algún lugar, sea donde sea, el destino los lleva a encontrarse solos cuando cruzan caminos por primera vez.

Con un tirón exagerado, Taehyung sube sus manos unidas, dejándolas firmes sobre sus cabezas.

─Me estás diciendo que... ¿Jimin y tú no son destinados porque yo estaba presente el día que se conocieron?

La característica amplia sonrisa de Taehyung se despliega por su rostro mientras asiente de forma graciosamente solemne.

─Tú siempre serás mi destinado, bebé─ con un guiño de ojos, el Alfa insinúa la verdad camuflada de broma.

Ante el inminente calor que comienza a acumularse en las mejillas del Beta, Jungkook no ve mejor solución que empujar a Taehyung de la silla, consiguiendo soltarse de su agarre en el último segundo. El Alfa se tambalea en la silla unos segundos antes de finalmente caer de espaldas con todo y la silla, siendo esta un poco práctico colchón para su trasero.

─¡Kook!─ es el grito agónico del Alfa cuando ya se encuentra dramáticamente en el suelo─. Mataste mi pasión.

Aparte de la risa de Jungkook mientras bajaba de la silla, ambos dieron un salto de susto cuando la dulce risita del Omega también provino de la entrada a la cocina. Allí se encontraba Jimin, vistiendo únicamente una de las camisas de Jungkook mientras se cubría la boca con ambas manos.

𝐃𝐢𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐭𝐚 ×𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧×Where stories live. Discover now