| Capítulo 21 |

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»Batería baja«

Las dos palabras que más odio leer en mi celular.

Porque luego de eso la pantalla de mi celular se ha vuelto completamente negra, y no enciende.

Me pasa por ser un idiota y no dejar el aparato cargando durante la noche.

—¿Por qué carajo no coges el puto celular? —la voz enojada de Valentina aparece en mi radar cuando la veo recostada sobre mi auto con su semblante serio.

Sus brazos cruzados sobre su pecho que sube y baja con molestia, puedo verlo todo en esos ojos azules tan hermosos pero necesito concentrarme.

Ella tiene un poder increíble sobre mí y necesito controlar mis hormonas al notar que ella está justo frente a mí.

—Se me descargó el celular —me defiendo en un tono suave para no alterar más su mal humor.

—Es apenas medio día, ¿cómo es que lo traes descargado? —se queja Valentina mientras me acerco a ella.

No quiero discutir por la batería del celular, en realidad tengo otros planes para esta tarde.

Luego de meditarlo mucho, me di cuenta que ella no es como cualquier chica y quiero que lo tenga claro.

Así que me la voy a jugar por ella, porque sé que vale la pena y que ella no se acostará conmigo si es que no formalizo la relación.

—¿Quieres oír toda la historia de cómo pasó? Porque la parte sencilla es que me quedé dormido y no tuve tiempo de cargarlo —le dije siendo lo más honesto que pude.

—No me interesa el resto de la historia. Solo que al menos pude encontrarte —dijo ella relajándose un poco.

Parado frente a ella, puedo notar el hermoso color de sus ojos.

—Tu siempre sabrás donde encontrarme, me conoces mejor que nadie Valentina —mi voz sale más ronca y pausada de lo que espero. 

Mi respiración se agita un poco con las ideas que rondan mi cabeza, estiro mi mano hacia ella para tomar la suya y sentir el calor de su piel.

Mi pulgar acaricia su piel y entonces alzo la vista nuevamente para encontrarme de frente con esos hermosos ojos que me tienen atrapado.

Quiero besarla.

Ella carraspea alejándose de mí. 

Ni siquiera había notado que me había acercado más de lo debido a ella.

—Tenemos que irnos, los chicos nos esperan —dice ella con nerviosismo mientras pasa por mi lado rodeando el auto y caminando al otro lado para entrar sin ningún problema en el lado del copiloto.

Organizando el AmorWhere stories live. Discover now