| Capítulo 20 |

74 6 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Bajé al despacho de la casa en donde sabía que encontraría a mi padre, toqué la puerta y enseguida un 'pase' emergió del interior así que entré.

—No, no. Me encargaré de eso personalmente cuando regrese, por ahora solo trata de controlar la situación y yo iré en cuánto pueda —dijo mi padre mientras hablaba por teléfono.

Me hizo la seña para que me sentara en lo que terminaba de hablar así que eso hice.

Toqué nerviosamente mis dedos unos contra otros mientras él terminaba de charlar, llevé mi mano a arreglar mis cabellos con nerviosismo.

Finalmente había tomado una decisión con respecto a la propuesta de mis padres, lo había meditado lo suficiente para llegar a la conclusión de que no estaba listo para toda esa responsabilidad.

—Lo siento, algunos asuntos que resolver en España —se excusó mi padre cuando acabó de hablar para poner toda su atención en mí

Eso me puso aún más nervioso porque eran muy pocas las veces que él hacía eso conmigo, traté de desviar el tema evitándolo.

—¿Tendrán que volver a España entonces? —traté de sonar lo menos esperanzado que podía pero la verdad es que estaba anhelando que la respuesta sea un sí por parte de él.

—Sí, solo serán 2 semanas para poder resolver ese asunto y luego estaremos de vuelta.

Mantuve mi rostro lo más impersonal que pude pero por dentro estaba saltando de la felicidad ante esa noticia, aunque mi alegría no duró mucho porque la pregunta de mi padre me hizo volver a la realidad

—¿Ha pasado algo? ¿Qué necesitas? Estoy un poco ocupado ahora mismo.

—Ah sí, pues solo venía a comunicarte mi decisión con respecto a la propuesta que me hicieron mamá y tú —inicié. Pero no pude llegar más lejos que eso porque enseguida fui interrumpido.

—Que bien, de verdad necesitamos de tu ayuda, Nicolás. Por ahora tendrías toda la ayuda que necesites para ponerte al corriente pero estoy seguro de que aprenderás todo con rapidez y que de aquí a que finalicen tus clases estarás listo para tomar el control total de la empresa durante este verano.

Le di una falsa sonrisa a mi padre esperando no romper sus ilusiones cuando le comunique mi decisión real. De verdad parecía entusiasmado y me daba mucha pena saber que rompería eso y mi posible buena relación con él.

—Papá... —lo interrumpí cuando inició a hacer planes.

Él guardó silencio, su mirada fría estaba fija sobre mí esperando lo que tenía para decir pero sabía que ya había descubierto que arruinaría sus planes

Organizando el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora