Aiden.

Capítulo 27: De vuelta en casa.

De pronto un recuerdo vino a ella como si hubiese ocurrido ayer, rememoró los días en donde estuvo secuestrada por Dominic en su gran mansión donde conocería a Jason también. Recordó el día que lo vio sentado sobre el borde del balcón dibujando un retrato de ella, ese día fue la primera vez que lo vio sonreír y la primera vez que sintió como su corazón dió un salto de la emoción.

La lluvia se había desatado sobre el pueblo.

Se llevó una mano al pecho pensando en aquel día donde lo creyó muerto hasta que Clary se contactó con ella y la obligó a cometer terribles crímenes solo para conseguir una libertad que jamás recibió pues aquella mujer no cumplió su palabra y Jason aún permanece bajo su poder, encerrado como un animal, siendo utilizado como una ficha de juego.

-Voy a encontrarte, lo prometo -susurró y cerró los ojos un momento -Haré lo que sea por volverte a ver.

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Un automóvil frenó a gran velocidad sobre el cordón de la acera y de el bajo muy apresurado Evan, lucía realmente asustado y tenía una mano apretando su corazón con fuerza pues había sentido el dolor de su bruja a pesar de que ella ya no posee magia, aún así se mantenían los dos enlaces.

Corrió bajo la lluvia pesada hasta la entrada y luego de subir los peldaños de dos en dos se tuvo que detener abruptamente ya que alguien más abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa al ver el semblante de Liam; lucía bastante confundido y emocionado.

-¿Qué sucedió? -preguntó el híbrido, de pronto había tenido el peor de los presentimientos ¿Acaso Amy había sido dañada?

-Tenemos que hablar, solo no te vayas a desmayar -respondió su hijo haciéndose a un lado para permitirle el paso.

Ahora un tanto más confundido que antes Evan avanzó. Como siempre era un hombre decidido, sin miedos y preparado para la batalla sin embargo lo que vendría era algo para lo que nunca entrenó.

-¿Le sucedió algo a tu mamá? ¿Dónde está ella?

Liam cerró la puerta y se volteó de inmediato antes de que Evan avanzará hacia la habitación donde Amy permanecía dormida.

-Ella está bien.

-¿Crees que no me di cuenta de lo que pasó? Ella estaba como... -se llevó una mano al corazón nuevamente.

Lo que había sentido antes fue algo que no podía siquiera explicar con palabras pero lo habían hecho sentir derrotado y por un momento fue como si hubiesen cortado el lazo, como si ella hubiese muerto y la sola idea de perderla lo consumía por dentro.

-Dime qué está pasando Liam.

El chico de ojos celestes se apoyó contra una de las paredes y observó al techo, no tenía idea de cómo explicaría lo que ocurrió porque estaba igual de conmovido que los demás, sin embargo, por algún motivo sentía como si ya hubiese pasado por esta situación antes, como si su mente le impidiera ver un antiguo reencuentro ¿Es que acaso él ya se había encontrado antes con Ethan? No, imposible ¿Cómo olvidaría algo así?

-Él está vivo, papá -y un nudo de angustia se atoró en su garganta -Siempre estuvo vivo.

Evan no comprendía nada de lo que ocurría y cada vez se veía más asombrado porque Liam no solo lo había llamado "papá" sino que también se veía bastante angustiado.

-¿De quién hablas?

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"La luz del sol iluminaba todo lugar donde las sombras de los árboles no alcanzaban mientras una brisa cálida acariciaba con suavidad la piel blanca de Amy, una hermosa joven de veintidós años con preciosos ojos grises y una encantadora sonrisa. Estaba sentada sobre un mantel blanco junto a una canasta de mimbre que contenía los sandwiches para más tarde mientras no muy lejos suyo estaban sus tres pequeños hijos corriendo de un lado a otro, persiguiendose entre ellos a su vez que llenaban el ambiente con sus risas infantiles.