28.

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'¿Qué estoy haciendo?' Pensó Sunhye, al darse cuenta que había correspondido el beso de Chan. Rápidamente separó sus labios y cerró los ojos, mordiendo su labio inferior.

- Chan, por favor no lo vuelvas a hacer -dijo ella dando la vuelta-.

Sunhye oía como Chan gritaba su nombre, ella solo decidió salir corriendo del estacionamiento para dirigirse al interior del hospital y esperar noticias sobre su madre y hermano.

Llegó a la sala de espera, Hyunjin al verla se acercó a ella.

- ¿Estás bien?

- Si, tranquilo.

- ¿De qué hablaron? -preguntó él-.

- Cosas de mejores amigos.

- ¿Mejores amigos? Los he visto distantes desde hace mil años y ¿Ahora son mejores amigos?

- Siempre lo hemos sido Jinnie, deja de ser tan celoso.

La chica le dió un corto beso a su novio, odiaba mentir, pero no iba a decirle que Chan la había besado y que ella había correspondido, sería totalmente ridículo, aparte de que sabía que Hyunjin podría lastimar al rubio y era lo que menos quería.

Se sentaron a esperar noticias sobre la madre y el hermano de Sunhye. Después de tres largas horas, salieron unos cuantos doctores del quirófano.

- Familiares de Kim Dasom y Choi Yejun -habló un doctor-.

- Aquí -Sunhye levantó la mano y se acercó al doctor, junto con Hyunjin-. Soy la hija de Dasom y la hermana de Yejun.

- Señorita... No tengo buenas noticias.

- ¿Qué? -los ojos de Sunhye comenzaron a llenarse de lágrimas al oír esas palabras, temía por las palabras que diría el doctor-.

- Su hermano pequeño, Yejun, tuvo un fuerte golpe en la cabeza cuando ocurrió el accidente, lo que lo dejó en estado de coma, sin mencionar las graves heridas que tenía en su cuerpo por los cristales. Tiene suerte de seguir vivo, un niño de su edad no hubiera sobrevivido a tal impacto.

Sunhye al oír eso, sintió alivio, su hermano pequeño se encontraba en coma, pero eso la hacía sentir feliz, al menos el pequeño podría recuperarse.

- Y sobre su madre... La señora Dasom -hizo una breve pausa-. Realmente hicimos lo que pudimos, pero su hemorragia interna pasó a otro niveles y perdió mucha sangre.

- No... -Sunhye tapó su boca con una de sus manos, mientras sus lágrimas no dejaban de caer con cada palabra que decía el doctor-.

- En serio lo siento mucho -dijo el doctor-.

- No, no, no, ella no -Sunhye volteó a ver a Hyunjin-. Ella no murió.

- Sun, lo siento -dijo su novio tomándola de los hombros-.

- No Hyunjin, ella no murió, ella no está muerta.

Sunhye desesperada dió unos pasos hacia la puerta donde por última vez vió a su madre entrar. Hyunjin rápidamente la tomó de la cintura, evitando que pasara a aquél lugar.

- ¡Déjame! ¡Hyunjin sueltame! Ella no murió, ella está viva....

Se repetía una y otra vez. Hyunjin la volteó, la chica comenzó a golpear el pecho de su novio mientras se repetía que su madre no había muerto.

- Sun, tranquila.

Finalmente el castaño la abrazó y ella se aferró a él, sin dejar de llorar. Ahora su dolor se intensificó.

Los amigos de Sunhye miraban aquella escena, algunos tenían su vista en el suelo, otros no podían creerlo y otros lloraban por la pérdida de la señora Dasom.

Pasaron los minutos, el llanto de Sunhye no cesaba.

- Por favor, llévame a casa -pidió la castaña aún llorando-.

El castaño asintió, la abrazó y salió junto a ella a la parada de autobuses, esperaron un poco y tomaron el autobús con dirección a casa de Sunhye.

El llanto de Sunhye poco a poco se fue calmando, hasta que finalmente, después de un largo trayecto, llegaron a la casa de la castaña.

Ambos bajaron del autobús y se dirigieron a casa de Sunhye. Sunhye se paró en la entrada de la casa.

- Gracias por traerme -habló Sunhye-.

- Me quedaré -dijo él-.

- Necesito estar sola Hyunjin.

- Sunh...

- Por favor... Te prometo que estaré bien -dijo ella convincente-.

- De acuerdo.

El castaño respiró profundamente, sabía que por más que insistiera en quedarse, la castaña no lo dejaría, así que simplemente besó a la chica y se retiró del lugar. Sunhye entró a su casa, cerró la puerta lentamente y rompió en llanto.

Tomó su celular, marcaría el número de su padre.

- Papá -habló ella entre el llanto-.

- ¿Sun? ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? -dijo el hombre preocupado, al oír a Sunhye llorando por el otro lado del teléfono-.

- Mamá falleció.

- ¿Q-qué? -habló apenas-.

- Tuvo un accidente, ella iba con Yejun, él quedó en coma y mamá falleció -decía Sunhye entre lágrimas-.

El padre de Sunhye quedó sin palabras, no podía creerlo.

- ¿Papá? ¿Sigues ahí?

- Si, Sun yo... Llegaré a casa cuanto antes.

- Está bien.

Ambos se despidieron y Sunhye colgó la llamada. Torpemente se dirigió a la sala y dejó caer su cuerpo en el sofá. Las lágrimas no dejaban de caer, su nariz comenzaba a taparse y sus ojos cada vez pesaban más y finalmente se quedó dormida.

Tres horas durmió, abrió sus ojos lentamente, tomó su pequeña mochila, se dirigió al segundo piso y entró a su habitación.

- ¿Qué es esto? -dijo viendo una carta encima de su cama-.

Sunhye abrió el sobre y sacó un papel de adentro, comenzó a leer lo que decía dicho papel, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente.

Cuando estaba terminando de leer aquella carta, escuchó que su padre gritó desde el primer piso. Rápidamente terminó de leer la carta y aún con el papel en la mano, se dirigió al primer piso.

Entró a la cocina, ahí se encontraba su padre buscando algo para comer, ella aún derramando lágrimas debido a la carta, habló.

- Fue tú culpa.

- ¡Sun! Me asustaste -dijo él volteando, mientras tocaba su pecho y volteaba nuevamente a seguir con lo que hacía.

- Fue tú culpa.

- ¿De qué hablas Sun? -dijo él volteando a ver a la castaña-.

- Por tú culpa Yejun está en coma... Por tú culpa mamá murió.

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Where stories live. Discover now